Semáforo 33
LA BONDAD ES SENCILLA
"Seamos muy tolerantes con el prójimo: tolerantes en los pensamientos, en los juicios, en la mirada, en todo"
San José Marello
_____________________________
Es decir que no es sofisticada en su raciocinios y que por eso puede parecer ingenua, y casi torpe. Puede parecer, que no lo es.
Siempre hay gente que llamamos "aprovechada", que se pegan a las personas generosas, para sacar ventajas sin mucho esfuerzo.
Mons. Marello encontró a mucho de esa clase. Algunos se han quedado con esta fama.
Todos los días el Can. Marello tenía que ir de Santa Chiara a la Curia o a la Catedral. Pues bien, todos los días encontraba a uno que vendía en la calle de todo un poco: betún para zapatos, fósforos, botones, etc.
Todos los días se acercaba apresuradamente al Canónigo que pasaba, para venderle una cajita de fósforos, tal vez a un precio subido, para aumentar su ganancia.
El Can. Marello se daba cuenta que el negocio le salía muy cómodo al ambulante, porque lo hacía todos los días. Y naturalmente el Canónigo no necesitaba tantos fósforos. Habría podido decirle con tranquilidad y sin falta a la caridad: gracias, no los necesito.
Pero él era un sacerdote, entendía que el vendedor quería apoyar su oferta justamente sobre el hecho de que era sacerdote. Por eso Don José nunca pudo negarse a un acto de caridad.
Así día a día, por muchos años compró la cajita de fósforos. Sólo para no empañar la imagen de su sacerdocio, para no desfigurar a Cristo a quien él representaba.
Es verdad el dicho: -"La verdadera caridad no es pesada y a menudo se hace la vista gorda."
