martes, 21 de mayo de 2024

NOVENA EN HONOR A SAN JOSÉ MARELLO - DEL 21 AL 29 DE MAYO



NOVENA A SAN JOSÉ MARELLO
Fundador de la Congregación Religiosa Oblatos de San José
21 al 29 mayo
Fiesta: 30 de mayo



El esquema es el siguiente:
- Canto inicial.
- Oraciones iniciales.
- Una de las dos oraciones colecta.
- Lectura correspondiente al día de la novena.
- Momento de reflexión después de la lectura.
- Un esquema de las preces.
- Himno a San José Marello.



CANTO INICIAL

1. ORACIONES

(Estas mismas oraciones pueden utilizarse para la devoción semanal)

V. Oh San José, dulce padre nuestro, que sobre la tierra escondiste con el silencio la santidad admirable de tu vida, obténnos la exaltación y glorificación de San José Marello, quien se esforzó sobremanera por imitarte, velando bajo las apariencias comunes un tesoro de gran virtud.

R. Haz que podamos también nosotros imitarle en nuestras relaciones con los hermanos, viendo en el prójimo la imagen de Cristo.

San José Marello, ruega por nosotros.

V. Oh insigne Patriarca San José, dignamente invocado consuelo de los afligidos; te damos gracias por el ejemplo que nos ha dejado en San José Marello, tu siervo y devoto, que consagró afectos vivos y la delicadeza de su corazón compasivo a los tristes y desamparados.

R. Haz que podamos imitarle en nuestro corazón y en nuestras obras, con una atención digna y sincera par con los necesitados que nos rodean, según el espíritu del Santo Evangelio.

San José Marello, ruega por nosotros.

V. Oh felicísimo San José, que fuiste escogido por el Eterno Padre para hacer de padre de nuestro Señor Jesucristo, te damos gracias por San José Marello, quien con su ejemplo, con su palabra y con la congregación que él fundó, es un nuevo modelo del seguimiento radical de Cristo.

R. Haz que nosotros también podamos promover la gloria y el honor de Jesús en la entrega total a los niños, jóvenes y ancianos desamparados, y que todo esto lo hagamos según el espíritu de nuestro Santo fundador y Padre.

San José Marello, ruega por nosotros.



ORACIÓN COLECTA

1. Omnipotente y eterno Dios, que siempre obras cosas admirables en tus santos, concédenos imitar a San José Marello, que tanto se esforzó por tu reino y la salvación de las almas, en la imitación de San José, propagando su devoción con la palabra, el ejemplo y con la congregación fundada en su nombre.

Por Cristo nuestro Señor. Amén.

2. Oh Dios, que has inspirado a San José Marello, el ardiente deseo de expresar con la vida interior y el apostolado el misterio cristiano como lo vivió San José, el custodio del Redentor, por su intercesión concede a nosotros imitarlo en la íntima unión contigo y en el celo por el servicio de la Iglesia.

Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.




2. LECTURAS

A continuación se presenta una selección de textos de San José Marello, para la reflexión diaria.


1er. día: Cartas 9 y 11 (Agosto 1866-1867)
A Esteban Delaude

Debemos declarar una guerra sin cuartel a ese espíritu de transacción que trata de infiltrarse en toda nuestra vida y es el fatal disolvente de los mejores proyectos y más firmes propósitos.  Querer, siempre, cueste lo que cueste. Es necesario enfrentarse a sí mismo. El Yo bueno que combate contra el Yo malo. El Yo de un instante, de un instante sublime, que se levanta para ganar al Yo de todas las horas, el Yo del pasado, el Yo del viejo sistema. El Yo que quisiera superarse y elevarse de una vez por todas, pero que debe multiplicarse a cada momento en continuas y renovadas opciones.

Voluntad: ¡este debe ser nuestro lema! pero esa voluntad íntegra, inquebrantable y eficaz.

Te he revelado el ideal que me da vuelta a la cabeza desde hace 6 años o más. Este ideal ha tenido ya muchas transformaciones, pero ahora la conciencia me asegura que, en su estado actual de maduración, puede pasar, en cualquier momento, a la fase de la realización.

Debemos coordinar todos nuestros pensamientos, todos nuestros afectos, todas nuestras potencialidades a un único ideal. Vivir por este ideal, exaltarnos, sublimarnos, multiplicarnos en este ideal. ¡Quererlo siempre cueste lo que cueste! ¡Quererlo con ardor, quererlo con firmeza, quererlo con constancia!

¡Guerra a la transigencia! ¡Quién transige está perdido!

Pero, antes de todo, si queremos tener el valor y la firmeza necesaria en nuestros propósitos, será conveniente sacar provecho de este dístico de Juan Prati:"Cimiéntate en El, oh polvo altanero; la fortaleza está en Dios, no en quién se muere". Por lo tanto, habrá que buscar nuestra fortaleza Arriba... Sin fe no se da amor y sin amor no hay nada, absolutamente nada.

Delaude, abracémonos con Dios y cuando estemos unidos a Él en la mística unión de la Eucaristía... transfigurémonos... Cristo en nuestros corazones es el coeficiente infinito... Y nosotros pobres signos de la nada, nos podemos multiplicar gradualmente hasta alcanzar valores infinitos.

Oración, meditación, violencia; sí, violencia continua sobre nosotros mismos y a cada hora que pasa gritemos con Santa Teresa: ¡ánimo, una hora menos de lucha!

Y nosotros clérigos renovaremos aquellos hermosos tiempos de la antigua Iglesia cuando el sacerdocio, por su fe vivísima y caridad profunda, resultaba venerable al pueblo cristiano.

En la actualidad solamente nos queda un débil reflejo de aquella fe y celo apostólico. ¡San Pablo! ¡Esta es la figura típica del Crsitianismo!

Entonces: a renovarnos en el espíritu, cada día, cada hora; el hombre puede elevarse, como los gases, porque "tanto puede aventurarse uno cuanto lo quiere y tanto lo quiere cuanto conoce".



2do. día: Carta 10 (1866)
A Esteban Delaude

Salgo en este momento del tribunal de la penitencia con el alma purificada y con el corazón vibrante de júbilo celestial: te enviaré por tanto una palabra de amor, de aquel amor que nos hace, como te dije en mi anterior comunicación, con el Apóstol, "perfectos en unidad".

El entusiasmo juvenil es como el éter: si es dejado destapado se volatiliza y desaparece. Entonces no debe confundirse la voluntad efímera, y que por tanto resulta insuficiente, con la voluntad constante, la única eficaz.

¡Voluntad!, pero una voluntad no efímera sino perseverante, firmeza de carácter que aguante todas las pruebas y toda clase de dificultades; serenidad de ánimo por encima de todas las molestias pasajeras, los pequeños contratiempos, las inútiles preocupaciones que, como consecuencia de la humana fragilidad, pueden venir a inquietarnos a lo largo de la jornada. Cuando la meta está fijada, aunque se caiga el mundo, hay que mirar allá y siempre allá. El hombre se transfigura por su voluntad.

Quien vacile en sus convicciones será siempre una persona débil e inepta. Es preciso ser firmes, uniformes, perseverantes. Para la transformación de la sociedad de nada sirven los hombres de talento; mientras que los hombres de carácter sacuden el mundo.

¿No sentimos en nosotros un algo divino que, a pesar de las trabas de la carne, nos eleva y nos sublima hasta nuestro Centro? En ciertos momentos de completa postración moral, ¿no experimentamos, en forma repentina, la posibilidad de resurgir, gracias a la palabra de un amigo o por un acto de generosidad que hemos admirado en nuestro interior, no experimentamos la posiblidad de renacer a nuevas esperanzas y sublimes deseos? Recuerda esto de Dante:"Al verlos me exalto en mi mismo".

Exaltémonos  en los grandes modelos y mano a la obra.

Adios, reza, piensa y ama.



3er. día: Predicación del 14.02.1886
Cf. Mt 13, 31-35


El granito de mostaza se considera la semilla más pequeña de las que germinan en la huerta y sin embargo se desarrolla tanto que llega a ser un arbolito: por eso representa bien las pequeñas virtudes, las cuales pueden producir una gran santidad. En efecto, los grandes santos llegaron a su santidad no tanto por la práctica de virtudes extraordinarias, las cuales existen en muy raras ocasiones, sino con los actos repetidos e incesantes de pequeñas virtudes.

Así San José, no hizo cosas extraordinarias: mas con la práctica de las virtudes ordinarias y comunes llegó a aquella santidad que lo eleva sobre todos los demás santos. También Jesús no hizo siempre actos extraordinarios y heroicos, como el dejar a su madre y el morir en la cruz, pero cuántos pequeños actos de virtud hizo Él y cuánto mereció.

¡Cuántos pequeños actos de obediencia, humildad, paciencia podemos hacer! Estas pequeñas virtudes no conocidas por los hombres, pero muy agradables a Dios, hacen subir a una alta perfección y forman el árbol de la santidad cuya semilla no es más que un granito pequeño.

Cuánto deseo San Luis poder proceder como Francisco Javier, yendo a convertir a los infieles de las tierras de misión. Mas el Señor quiso de Él sacrificios pequeños, si bien numerosos y frecuentes, y él con la observancia perfecta de su regla pudo ganarse un hermosos trono de gloria.

La resolución que debemos tomar es la de tener mucha cuenta de las pequeñas virtudes, de cumplir momento a momento lo que Dios quiere, en el tiempo, en el modo, en las circunstancias que Él ha determinado, y quedarnos con el corazón con el corazón tranquilo y quieto, persuadidos que como el Señor ha guiado a otros a la santidad, así con su gracia nos guiará también a nosotros, con tal que seamos dóciles a su voluntad, y caminemos al paso, con su gracia, sin dar nunca ningún paso, ni más corto ni más largo, porque en la una y la otra manera corremos el riesgo de tropezar caminando contra la voluntad del Señor.

Es verdad que los santos, practicando las virtudes pequeñas, aspiraban a cosas grandes, pero siempre dependiendo de la voluntad de Dios.

El que queriendo ejecutar un dibujo, cambiara los colores indicados porque le parecen demasiado vivos o poco vistosos y no se atiene a las indicaciones recibidas, no lograría el efecto buscado: si al contrario ejecuta el dibujo exactamente, con los colores indicados por el artista, entonces el dibujo resulta magnífico y todos los admiran y alaban.

Así, si seguimos con exactitud el dibujo espiritual que el Señor ha trazado para nosotros, no descuidando ninguno de nuestros deberes, aún el más pequeño, practicando todas las pequeñas virtudes en la medida, en la manera, en las circunstancias que Dios quiere, sin cambiar nada, sin quitar o agregar, entonces el dibujo saldrá como lo ha concebido Dios (el Divino Artista) y será admirado y alabado no sólo por los hombres, sino también por Dios, por los ángeles y sus santos.

Tengamos confianza: si somos fieles en lo poco, el Señor nos dará un premio muy grande en el paraíso.

Más que las penitencias extraordinarias, como disciplinas y ayunos, debemos practicar las pequeñas mortificaciones interiores y exteriores. Santa Teresa de Jesús amonestaba así a los que ama excesivamente las penitencias corporales: "¿Qué culpa tienen los hombros si la lengua resbala?".

Tratemos de santificar las cosas pequeñas: un pequeño acto de paciencia o de caridad, acompañado por la recta intención, reviste un grandísimo mérito a los ojos de Dios.

Sean extraordinarios en las cosas ordinarias.



4to. día: Carta 206 (Acqui, 26 febrero 1981)

J.M.J.

Queridísimo Don Cortona, 

Es la primera vez que tengo el consuelo de contestar una carta toda ella llena y hasta desbordante de buenas noticias, que he gustado y he dejado gustar también a Don Peloso y a Leone, como una deliciosa pieza musical, estupendamente armonizada del comienzo al final. San José es siempre el director de orquesta que da la entonación, pero a veces permite alguna pequeña nota desafinada. Sin embargo, en este su querido mes, quiere que todas las notas fluyan perfectas y melodiosas a fin de arrebatarnos el espíritu allá donde todo es armonía. El Santo Patriarca quiere dejarnos entender que en Belén, después de la horas de abandono y silenciosa espera, cuando se sucedieron las reconfortantes visitas entre cantos de paraíso. Dejo a Don Cortona poner en evidencia los diferentes aspectos que hay en estos dos cuadros: Belén y Santa Clara.

En cuanto a mí, no me queda otra cosa que sentirme contento de haberles hecho en mi última carta un augurio que fue del agrado del Señor; "Vayamos todos donde San José", les decía yo; y veo efectivamente que el Santo los ha tenido a todos a su alrededor en su viaje triunfal hacia el trono, también vio aumentar la familia de sus devotos, y muchos otros hijos como Uds. le han tributado una hermosa corona de gloria. Dios quiera que en este mes, se añadan nuevos devotos que le lleven aquellos dones de Belén, que él, después, en su condición de proveedor de la Sagrada Familia sabe administrar muy bien. Quiera Dios concederme la gracia de poder conservarnos siempre dignos de pertenecer a esta familia bendita y merecer recibir de las manos de su cabeza (jefe) el sustento cotidiano.

Gracias a Dios por el buen éxito en los exámenes de filosofía. A los interesados: plácemes y adelante. Muy bien y adelante también a Don Baratta que va aumentado títulos nuevos para recibir en breve el de Misionero Apostólico. Santa Clara abunda ya de todo: Predicadores, confesores, Catequistas, Profesores, Cultores de las bellas artes, sin olvidar a los Proveedores, los Ecónomos, los Maestros de Oficio, los Obreros, etc... Deseábamos a un Subdiácono y San José nos lo dará de aquí a muy poco y  a su debido tiempo, nos hará también a un Diácono. También nos dejará faltar la salud y esperemos que en este mes fortalezca al hermano Alfonso, para que pueda tener entusiasmo en su servicio. Termino hablando del abrigo: por este invierno puedo prescindir de él y así el hermano Benedicto tendrá la tela disponible para la sotana. En un abrazo santo me confirmo queridísimo en el Señor.


José, Obispo.


5to. día: Carta 208 (8 marzo 1891)
A Don Cortona


... La obra, las dudas, la Providencia.!!! Tres palabras cargadas de significado que llaman a la memoria tres grandes consideraciones apenas armonizables entre sí. La primera y la última (obra y Providencia), con el apoyo de la fe, se logra concordarlas todavía un poco; pero sea que está al medio (deudas), a veces, no hay forma de hacerla concordar. Resumiendo lo que he dicho, si el trabajo proyectado es cuestión de poco gasto, adelante. Pero si no fuera así... detengámonos y esperemos que San José nos haga escuchar su voz. Estamos en su hermoso mes. D. Cortona predica sus glorias; los hermanos y toda la casas con los corazones unidos invocan su protección; el hermano Esteban les ofrece el homenaje de sus tribulaciones y el hermano Máximo, si él se lo pidiera en el nombre de Dios, le ofrece también el sacrificio de su vida, sacrificio doloroso por cierto, pero al mismo tiempo glorioso. Así entonces le diremos a nuestro gran Patriarca: "Henos aquí, todo para ti y tú sé todo para nosotros.  Tú nos enseñas el camino, nos sostienes a cada paso, nos conduces a donde la Divina Providencia quiere que lleguemos, sea largo o corto el camino, fácil o difícil, se vea o no se vea por visión humana la meta, despacio o de prisa, nosotros contigo estamos seguros de caminar siempre bien.

Envio una especial bendición al buen hermano Máximo como prenda de las oraciones que elevo a Dios por él. Saludos cariñosos y muchos augurios de buena convalecencia al hermano Esteban cuando haya vuelvo a Santa Clara. A todos, especialmente a los sacerdotes (incluyendo al que está próximo a serlo, si el Obispo lo dispone) y a Don Cortona muchos saludos de su afectísimo.


Joseph Ep. us.



6to día: Carta 210 (Acqui 20.03.1891)
y Homilía (3.02.1889)


Queridísimo D. Cortona

He recibido en el día de San José las flores y las felicitaciones epigráficas, en dos idiomas, que me enviaron de Santa Clara. Espero ahora la relación de las solemnidad que me imagino habrá estado extraordinariamente bella y devota. José es como un brote que crece y los hijos de San José deben también crecer, siquiera en el amor a su santo Patrono. Con ocasión de mi onomástico me han llegado muchas promesas de oraciones y ayudas espirituales. 

Quiero compartir todas estas generosas ofertas con mis queridos Oblatos: son como una riqueza a la cual también ellos tienen derecho. Del mismo modo que yo les comunico todo lo que es mío, los Hijos de San José me comunicarán todo lo que es suyo y cada uno podrá decir: "todo lo mío es vuestro y todo lo vuestro es mío, según la voluntad de Jesús que quería a sus discípulos perfectos en la unidad...".

"... Jesús, que es el vínculo dulcísimo de todos los corazones, no quiere absolutamente que nos separemos, sino al contrario, quiere estrechar nuestros corazones con lazos de fuerza y pureza mayor. Los dejo con el cuerpo, pero con el espíritu y el corazón, siempre estaré presente en medio de Uds. ...".



7mo. día: Carta 248 (6 marzo 1893)
A Felipe Navone


... He recibido tu carta en la cual me expones las dificultades que encuentras para continuar los estudios y las consideraciones hechas al propósito por Don Juan y Don Baratta.... San Pablo, al que deseas imitar, dejó escrito: "no todos pueden ser apóstoles, no todos profetas, no todos doctores... Anhelemos dones mejores...". Si Dios te quiere santo como un San Félix de Cantalicio, sería para ti una dicha y tú le serías compañero en el Paraíso por encima de muchos doctores. La Divina Bondad no ha dejado que te falten aquellos dones que sirven para forma a un buen religioso y a un miembro activo en el cuerpo de la Congregación de San José. Si a semejanza de este gran Patrono tú tuvieras que servir en oficios modestos e inferiores a los de San Pedro, tú pensarás que el Humilde Custodio de Jesús está en el cielo más alto que el gran Apóstol. Y tú te considerarás contento de la responsabilidad que el Señor te reserve aquí abajo, con la confianza que te será fácil, con la ayuda divina cumplirla de manera que merezcas una gran recompensa allá arriba. ¿A quién fue dicho: Yo seré tu recompensa muy grande? A Abraham, varón obediente y fiel.

El hermano Felipe no necesita exhortaciones para entrar en esa disposición de ánimo, que en un religioso es ya habitual. Esta disponibilidad yo la encuentro en todas las palabras de tu carta y entonce es superfluo que yo procure insinuártela. Más bien invocaré del Señor para ti la gracia de la perseverancia, y para todos un aumento de generosidad en el seguir el divino beneplácito reconocido en la voz de la obediencia.

También tú encomiéndame al Señor y hasta pronto en el nuevo camino de la finca de Casablanca. Recibe ahora con tu pequeña familia semi-eremítica los cordiales saludos de tu siempre afectísimo, en Jesús, José y María.


José, Obispo.



8vo. día: Cartas 234-225
A Don Cortona


Exclamemos concordemente siempre: ¡se haga la voluntad de Dios en todas las cosas! y meditemos mientras tanto en los hechos que suceden por permisión divina. El Hno. Máximo, fiel al llamado del Señor sube entre los ángeles al paraíso; el Hno. Pedro, infiel a su vocación se condena a la prisión del cuartel...¡Pobrecito! No supo humillar su juicio y le pareció dulce el poder tener el libre dominio de sí mismo, pero ahora se da cuenta que antes que ser señor de su juicio, poco a poco, se había vuelto esclavo. De él y del Hno. Máximo se pueden repetir las palabras de Santo Tomás de Aquino y aplicarlas en modo acomodaticio: "ve cómo una misma vocación  puede tener un resultado tan diferente".

A decir verdad, esta última defección me ha dolido, más que sorprendido. No se toman decisiones tan radicales y con tan clara enérgica deliberación de la voluntad, sin haber antes movido temerariamente el pie hacia el resbaladero.

¡Ah la obediencia! No aquella que quiere abrir a veces un ojo para ver un poquito su provecho, sino aquella que se llama ciega... ¡Ah la obediencia, cuántas gracias nos atrae del cielo para no pisar en falso e ir derechos a la meta!

Lamentamos que no pocos hermanos hayan dejado secar los retoños de esta virtud que San José quería bien enraizada en sus corazones: deploremos su suerte y hagámosla objeto de meditación para nosotros... San José interceda por nosotros... (C.  234; 4.04, 1892)... De parte nuestra debemos siempre la preferencia en la balanza a la autoridad y podremos esperar que Dios, Autoridad Suprema, en miles de modos y en cosas de orden más elevado, hará que la misma balanza, sin que otros se den cuenta y a veces en contra de ellos, se incline en favor de nuestra causa...(C. 225  23.01.1892).



9no día: Cartas 271-278 (24 octubre 1894/4 marzo 1895)
A Don Cortona


... Alrededor de los hermanos de San José la oscuridad espiritual va aumentado siempre más; una tal oscuridad que prácticamente nos impide mover un solo paso con seguridad. Que sean benditas también estas espantosas tinieblas si vienen por voluntad del Señor. Caminaremos con confianza en la oscuridad pensando que los Ángeles nos estás cuidando para no dejarnos tropezar. Adelantaremos por centímetros si no podemos hacerlo corriendo y ni al paso, pero estaremos de pie. Pero ¿cuándo vendrá la luz? Este es el secreto de Dios. Podemos suspirar por esta luz como se suspira por el alba del día, pero, como a ésta, no podemos acelerarla ni un sólo minuto. Debemos, sin embargo, tener la mirada fija hacia el oriente, exactamente donde se deja ver la luz de la mañana; que nos nos suceda confundirla con la aurora boreal que ilusiona al peregrino... Mientras tanto, San José se digne cubrir con su paterno manto a sus devotos hijos... (C. 272).

"Estén todos de buen ánimo bajo el paternal manto de San José, lugar de segurísimo refugio en las tribulaciones y angustias de la vida, también para su afectísimo.


José Obispo (C. 278)



3. PRECES

I ESQUEMA

Celebrante: La omnipotencia de Dios se manifiesta sobre todo en la misericordia y en el perdón: confiados a Él dirigimos nuestras súplicas, por la intercesión de la Virgen María, San José, San José Marello y de todos los santos.

- Por el Papa Francisco, sucesor de San Pedro y Pastor de la grey de Cristo, para que el Señor le done gracias, salud y le apoye en el anuncio del Evangelio y en su servicio a bien de la unidad de la Iglesia y la paz del mundo.

V. Oremos:
- Para que en nuestra Iglesia el obispo, los presbíteros, los diáconos, las personas consagradas y todos los fieles tengan los mismos sentimientos de Cristo emulándose recíprocamente en la caridad y el servicio mutuo en todas las obras.

V. Oremos:
- Para que en nuestras parroquias aumenten siempre la fe, la esperanza y la caridad activa, dando testimonio generoso de la vida cristiana que San José Marello enseñaba con insistencia de palabras, escritos y vida.

V. Oremos:
-  Para que los Oblatos de San José siguiendo las huellas de su Fundador, y fieles a su carisma, se comprometan sin cansarse a extender el Reino de Dios en la formación de los jóvenes, la catequesis y el servicio de los pobres.


V. Oremos:
- Para que en nuestras familias se redescubra el respeto y la obediencia al Evangelio y a sus exigencias: ellas son el camino seguro de su desarrollo y seguridad en la mutua comprensión y paciencia.

V. Oremos:
- Para que los jóvenes de nuestras parroquias abran su corazón con total confianza en Cristo y le sepan aceptar fiel y generosamente en el futuro de su vida como Él se los vaya preparando.


Oración
Oh Dios que has inspirado a San José Marello, Obispo, el ardiente deseo de expresar con la vida interior y el apostolado el misterio cristiano, como lo vivió San José, el custodio del Redentor, por su intercesión concédenos imitarle en la íntima unión y en el celo por el servicio a la Iglesia. Por Cristo nuestro Señor. Amén.


II ESQUEMA

Celebrante: Oremos a Dios Padre todo poderoso, fuente y origen de toda santidad y de todo bien y presentémosle humildemente nuestras súplicas:

- Por el Papa Francisco, por los obispos y todos los sagrados ministros, para que con amor cuiden del pueblo que tienen encomendado, como lo hizo San José Marello.

- Por los sacerdotes y todo el pueblo cristiano, para que fieles a la doctrina de los venerables pastores de la Iglesia, como San José Marello, lleguen a participar de su gloria.

- Por los que tienen abundancia de bienes en la tierra:  para que comprendan que sus riquezas están al servicio de todos y las empleen sin egoísmo, con la generosidad y el cariño que tuvo San José Marello.

- Por los que se han apartado de la senda del bien: para que reconozcan la voz de Dios, se conviertan al Señor y así el día de su venida gloriosa los encuentre en vela.

- Por nuestra Parroquia y todos los Oblatos: para que aumente en nosotros la fe, esperanza y caridad como las tuvo abundantes San José Marello a servicio de los fieles, particularmente de los enfermos y abandonados.

Oración
Llegue a tu presencia, Dios de misericordia, la voz de tu Iglesia suplicante, para que obtenga de tu bondad los beneficios que ha pedido, como los obtuvo el Obispo San José Marello.

Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.



III ESQUEMA

Celebrante: Oremos a Dios nuestro Padre con la confianza de hijos, como sabía hacer San José Marello, para vivir según su carisma y la misión que ha sido entregada a los Oblatos de San José.


- Para que el testimonio de nuestros obispos, como el de San José Marello, nos estimule a caminar en la senda de la perfección  con corazón sencillo y humilde.

- Para que la palabra del Papa, los Obispos y los Superiores sea portadora de la luz, esperanza y confianza en Dios, a nuestros sacerdotes como lo fue para San José Marello.

- Para que nuestros guías espirituales, sacerdotes y hermanos oblatos vivan y muestren en sus enseñanzas y acciones el espíritu de servicio humilde y sincero que tuvo San José Marello.

- Que nuestros jóvenes se abran a la escucha de la voz de Dios que les habla al corazón e imitando a San José Marello, la reconozcan en las circunstancias difíciles de su vida, y así puedan caminar en la senda que Dios les ha manifestado.

- Por nuestros seminaristas, para que sepan continuar con fidelidad y generosidad en el camino del servicio a Dios y a los hermanos, según el espíritu y el ejemplo de San José Marello, imitando la fidelidad y generosidad de San José nuestro Modelo y Protector.


Oración
Dios todopoderoso, te rogamos que por la intercesión de San José Marello, derrames sobre nosotros tu gracia salvadora y nos concedas servirte con entrega generosa, amando a nuestros hermanos con amor incansable, como ya lo hizo San José Marello, con el sacrifico de su vida a los pies de la Virgen, Madre de Misericordia.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


4. HIMNO A SAN JOSÉ MARELLO

En la tierra que el Alpe corona
nuevo santo nos ha sido dado, cual modelo sin sombra esculpido
a quien Dios en su amor consumó.

OH MARELLO MANSO, HUMILDE, GLORIA A TI.
QUE TOMASTE A SAN JOSÉ POR GRAN MODELO.
EXULTANTE CANTA EL PUEBLO TU VICTORIA
Y A DIOS DA GLORIA, Y A DIOS DA GLORIA.

Nuestra Madre, la Virgen María
te inspira de Dios la llamada:
del peligro del mundo te salva, 
te acompaña hasta el último fin.

OH MARELLO MANSO, HUMILDE, GLORIA A TI.
QUE TOMASTE A SAN JOSÉ POR GRAN MODELO.
EXULTANTE CANTA EL PUEBLO TU VICTORIA
Y A DIOS DA GLORIA, Y A DIOS DA GLORIA.

A José tomaste por modelo
en la vida humilde y sencilla, 
de José imitaste el cuidado
por los intereses de Jesús.

OH MARELLO MANSO, HUMILDE, GLORIA A TI.
QUE TOMASTE A SAN JOSÉ POR GRAN MODELO.
EXULTANTE CANTA EL PUEBLO TU VICTORIA
Y A DIOS DA GLORIA, Y A DIOS DA GLORIA.

Protector de los pobres y ancianos, 
de los jóvenes fuiste su amigo,
de los niños, su tierno custodio,
de los fieles, amable pastor.

OH MARELLO MANSO, HUMILDE, GLORIA A TI.
QUE TOMASTE A SAN JOSÉ POR GRAN MODELO.
EXULTANTE CANTA EL PUEBLO TU VICTORIA
Y A DIOS DA GLORIA, Y A DIOS DA GLORIA.

Escuadrón de Oblatos te sigue
en servicio de la santa Iglesia,
sacrificas por ellos tu vida,
por amor te entregas a Dios.

OH MARELLO MANSO, HUMILDE, GLORIA A TI.
QUE TOMASTE A SAN JOSÉ POR GRAN MODELO.
EXULTANTE CANTA EL PUEBLO TU VICTORIA
Y A DIOS DA GLORIA, Y A DIOS DA GLORIA.



Tomado del Libro: Manual de Oraciones

Congregación Oblatos de San José 

BREVE BIOGRAFÍA DE SAN JOSÉ MARELLO EN IMÁGENES






























 

domingo, 7 de abril de 2024

MEDITACIONES DIARIAS DE SAN JOSÉ - MES DE ABRIL




Abril 1

San José, el divino corazón de nuestro adorable redentor, tuvo que sufrir lo indecible hasta la muerte y muerte de cruz.

Y Tú, sabiendo muy bien todo esto, tuviste que acompañarlo en sus primeros años de vida, sabiendo que estaba destinado para el sacrificio supremo.

Danos también a nosotros ese cariño y ese amor hacia nuestro Señor. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 2

Glorioso patriarca, Dios Padre nos ha creado con su poder, Dios Hijo nos ha redimido con su sangre, Dios Espíritu Santo nos ha santificado con su amor y con su gracia; no permitas por tanto, que usemos mal de esa libertad; sino que coincidamos siempre con su divina voluntad. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 3

El Hijo de Dios se ofrece a su Padre para venir a la tierra, se encarna en la Santísima Virgen María y se hace hombre.

Y sufre como hombre y como Dios dándole a su sacrificio un valor infinito.

San José, concédenos la gracia de estar siempre unidos a Jesús como sarmiento a la vid. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 4

Glorioso patriarca, padre adoptivo de nuestro Redentor, y poderoso abogado nuestro en toda tribulación, en toda necesidad y en todo peligro; te elegimos por patrono y abogado para toda la vida y la muerte.

Te pedimos humildemente con toda el alma que nos recibas como perpetuos siervos y esclavos vuestros. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 5

San José con tu poderoso patrocinio alcánzanos la continua protección de tu esposa la Inmaculada Virgen María y las misericordias de Jesús. Asístenos siempre y bendice nuestras palabras, acciones, pensamientos y deseos para que en todo nos conformemos con la voluntad divina, para que sirviéndote constantemente logremos con tu protección, una feliz muerte. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 6

Le damos infinitas gracias a Dios por haberte elegido san José, entre tantos santos, para ser padre adoptivo de su unigénito hijo sobre la tierra y para guía segura del mismo y de su santa Madre. Sé Tú también nuestra guía segura hasta el fin de nuestras vidas. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 7

Tú que has sido el tutor del que es el Camino, la Verdad y la Vida, guíanos siempre en el venturoso viaje hacia la eternidad; y alcánzanos la gracia de purificar con frecuencia nuestra alma en el sacramento de la penitencia. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 8

Glorioso patriarca san José, Dios te concedió el favor de guardar de la persuasión de Herodes a Jesucristo verdadero pan de vida. Te suplicamos nos alcances la gracia de recibirle dignamente y con frecuencia. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 9

Patriarca san José concédenos la gracia de poder unirnos cada día más con nuestro redentor; Tú que tuviste la dicha de fortalecerte y santificarte con el frecuente contacto y trato íntimo con Él. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 10

San José te pedimos muy encarecidamente no nos dejes morir sin el auxilio espiritual de la santa Unción de los enfermos, que alivia la enfermedad corporal y alimenta el alma, preparándola para el eterno descanso. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 11

Danos también la gracia de imitar siempre tu prudencia en los juicios, Tú que viviste una fe sin titubeos, creyendo que era obra del Espíritu Santo el fruto de tu purísima esposa, y dejando a un lado todo juicio para Dios. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 12

Esta fe única que nos participas en el misterio divino de la encarnación del Verbo nos recuerda que debemos pedirte la perseverancia final para vivir y morir con la mayor firmeza en la fe de la Iglesia que nos acoge. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 13

Te suplicamos san José la gracia de poder imitarte sirviendo fiel y constantemente a Dios y a su divina Madre, Tú que fuiste elegido para fiel ministro de Jesús y María en la tierra. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 14

San José, el Señor te ha concedido la inmensa gracia de ser asistido en el último trance por Jesús y María. Por tu inefable felicidad te suplicamos que nos alcances la gracia de partir de este mundo verdaderamente abrazados por estos tres amores: Jesús, María y Jose. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 15

Por el privilegio que tuviste de resucitar con Jesús y subir en cuerpo y alma a la gloria eterna, te suplicamos, patrono de la buena muerte, nos alcances la gracia de encontrarnos bien dispuestos a la hora de nuestra muerte y merecer así el descanso eterno de los santos. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 16

Eterno padre, por medio del corazón de María y san José, nos ofrecemos al Sagrado Corazón de Jesús con todo su amor y sufrimiento; para expiar todos los pecados que hemos cometido, para purificar todo el bien que hemos hecho, para suplir todo el bien que hemos omitido. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 17

Quisiéramos que todas las vidas de los hombres se emplearan en el servicio de María y José; y tener todas las vidas de los santos y santas del cielo para amar a la Madre de Dios y a san José, con aquel amor con que ellos actualmente los aman. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 18

Deseamos con todo nuestro corazón que todos los países, provincias, ciudades, hombres, mujeres, niños y niñas que en ellos hay, conozcan, amen, sirvan y alaben a María y a san José, con aquel fervor con que lo hacen los cortesanos del cielo. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 19

San Antonio María Claret alcanzó la gracia de morir y ser acompañado por amor y reverencia de María, Virgen Madre de Dios, y de san José, tutor y guía de Jesús y María. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 20

Como San Antonio María Claret, deseamos que Jesús nos conceda la fortaleza y la gracia que necesitamos para atravesar todas las pruebas que se nos presentan a diario en el camino. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 21

Es el amar mi destino, el padecer mi consuelo y el gozar en este suelo que me parece desatino. San José que es mi patrono me recompensará a porfía, preparándome un trono junto al corazón de María.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 22

Alabado y glorificado sea el Hijo divino por haber elegido entre todos los santos al glorioso patriarca san José para ser su padre adoptivo y nutricio, muriendo en sus divinos brazos y en los de su santísima Madre. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 23

Alabado y glorificado sea el Hijo divino por haber elegido entre todos los santos al glorioso patriarca san José para ser su padre adoptivo y nutricio, muriendo en sus divinos brazos y en los de su santísima Madre. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 24

Dulcísima María, Madre de Jesús y nuestra, por intercesión de san José te pedimos nos alcances un amor tierno, grande y perfecto a Jesús; y a la perseverancia en Él hasta la muerte. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 25

Alabado y glorificado sea el Espíritu Santo por haber santificado tan admirablemente a san José para que fuese digno esposo de María y Padre de Jesús, concediéndole los dones de su gracia con más abundancia que a los demás santos y, ensalzándole en el cielo sobre todos ellos en un trono solo inferior al de María.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 26

Reina del cielo, por intercesión de san José ayúdanos poder obtener las inspiraciones de la gracia y, llegar así al grado de santidad al que Dios nos llama para alcanzar la vida eterna. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf


Abril 27

Santos esposos María y José, que después de haber vivido en la tierra compartiendo los trabajos de la vida, amando con ardiente caridad a Jesús, ahora que están en el cielo gozando junto a Él de una gloria incomprensible, rogamos nos hagan partícipes algún día de esa misma gloria. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 28

Desde el trono de la exaltación, María y José recuerden siempre a los humildes devotos que luchan todavía con los enemigos del alma, expuestos continuamente a ser vencidos por ellos. Lo pedimos por el amor que tienen a Jesús. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 29

Utiliza tu valimiento ante Jesús para que libres de pecado, y sufriendo con paciencia los trabajos de nuestra peregrinación, lleguemos finalmente a gozar de vuestra compañía en el cielo; a cuyo fin decimos con toda confianza: Jesús, José y María les doy el corazón y el alma mía. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Abril 30

Jesús, nuestro modelo, nos enseñó a hacer el bien a todos, enseñando la Palabra y realizando milagros como prueba de su divinidad, ya que solo Dios puede hacer milagros; que te conozcan a ti Padre y a su enviado, decía; porque si le conocemos le amamos; y si le amamos le servimos eternamente con María y José. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf) 

MEDITACIONES DIARIAS DE SAN JOSÉ - MES DE MARZO



Marzo 1

Glorioso patriarca y padre de la Sagrada Familia, tú sabes que el matrimonio fue instituido por Dios y santificado por Jesús con su presencia en las bodas de Caná, elevándolo a la categoría de sacramento. Haz que nuestras familias, como la tuya, sean sagradas e indisolubles, y que como dijo Jesús: No separe el hombre lo que Dios ha unido.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 2

Amado San José, que las familias sean verdaderamente como Dios las ha constituido, un solo corazón y una sola alma. A ti consagramos nuestros hogares para que sean siempre verdaderos modelos de familias cristianas.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 3

Jesús y María han manifestado el deseo de reinar en nuestras familias, mostrando en el hogar de Nazaret cuál debe ser el reino ideal de la paz y de la felicidad doméstica. Concede a todas nuestras familias esta gracia.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 4

Que en nuestras familias reine la alegría, haya comprensión, y mutua caridad cristiana que ayuden a superar las dificultades diarias de la vida, sin que sean divididas por los bienes materiales.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 5

San José: que en nuestras familias reine también la piedad, donde triunfe la fe, donde se escuche la plegaria del santo Rosario, se observen todas las leyes de Dios, y donde se vivan los sacramentos.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 6

Que la virtud de la caridad reine consolando a los afligidos y necesitados, reparando al mismo tiempo nuestras culpas y las ofensas a Dios.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 7

San José, haz que los pecadores se conviertan, para que pronto en el mundo no haya más que un solo rebaño y un solo pastor, siempre bajo el amparo de la Madre de Dios, para que la soberanía del amor de Jesús se extienda a todas las familias, las naciones y la sociedad entera, y así puedas tú, ejercer mejor tu admirable patrocinio sobre toda la Iglesia.

Amén.v (P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 8

Como nos recuerda el concilio Vaticano II, cuando los padres van por delante con su ejemplo y oración familiar, los hijos y cuantos conviven en la misma familia encuentran más fácilmente el camino del sentido humano de la salvación y de la santidad. Glorioso patriarca, concede a las familias esta gracia para que puedan alcanzar la vida eterna.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 9

Según el documento de Puebla, la educación de la familia representa siempre un sacrificio, recuerdo de la cruz redentora. Pero la felicidad que comunica a los padres recuerda también la resurrección. San José, haz que todos podamos tener esa alegría de la resurrección en nuestras familias.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 10

América Latina, que desde los comienzos de la evangelización selló la alianza con el Señor, tiene que renovarla ahora y vivirla con la gracia del Espíritu Santo, con todas sus exigencias de amor, de entrega y de justicia. San José ayúdanos en esta tarea. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 11

Concédenos la devoción a Jesús, para que comprendamos al corazón que tanto ha amado a los hombres y mujeres, y que tantas veces en recompensa no recibe más que ingratitudes. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 12

Jesús prometió a sus devotos todas las gracias necesarias al estado de cada uno, poniendo la verdadera paz en las familias, consolándonos en todas nuestras penas, y sobre todo en la hora de nuestro paso a la eternidad, sea San José el especial encargado de este momento. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 13

Yo soy el camino, la verdad y la vida, nos aseguró el divino Maestro, el mismo que en su infancia quiso estar bajo sus órdenes; pues si Él es el camino, San José haz que siempre caminemos en pos de Él, y si es la verdad, que siempre sigamos las verdades del evangelio, y si Él es la vida, que siempre vivamos de Él, recibiéndolo frecuentemente en la Eucaristía. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 14

Haz glorioso San José que todos los cristianos seamos como dijo Jesús, sal y luz. Sal del mundo que nos Revenga de la corrupción del pecado, y luz que a todos ilumine el camino del cielo. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 15

Acuérdate esposo de María virgen y amable protector nuestro San José que nunca sucedió que alguno que haya invocado tu protección o implorado urgentemente tu auxilio, haya sido defraudado por vos; ayúdanos en nuestras necesidades. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 16

Seguros y confiados totalmente en tu poder, venimos a tu presencia solicitando con todo fervor no deseches nuestras súplicas y te dignes acceder a ellas piadosamente. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 17

Verdadero esposo de María virgen y Padre adoptivo de Jesucristo, te rogamos encarecidamente por todos los agonizantes de hoy en el mundo entero, para que los llenes de paz y tranquilidad en el supremo momento. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 18

Danos glorioso San José la perseverancia final para morir en la gracia de Dios y refugiados en el corazón de Jesús, a todos los que según sus promesas hayan propagado tu devoción. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 19

Considerando glorioso patriarca las inefables y sublimes gracias que constantemente recibimos de ti, nos inclinamos a tus pies humildemente, seguros de que es el mejor camino, después de María, para llegar a Jesús. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 21

Ayúdanos a esperar y confiar cada día más en Ti, ilumina nuestros ojos, guía nuestros pasos, y redime los males en este mundo tan lleno de peligros y de injusticias. Tú que eres el justo por excelencia. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 22

Considerando que, el santo Rosario, el mejor obsequio que podemos ofrecer a tu Inmaculada esposa y Madre nuestra queridísima, que es el que ella misma ha pedido en Lourdes, Fátima, San Nicolás y en muchas otras apariciones; concédenos la gracia de rezarlo en familia, porque la familia que reza unida, permanece unida. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 23

En esta piadosa conversación con tu Inmaculada esposa y Madre nuestra durante el santo Rosario, recordamos los divinos misterios de Jesús, María y los tuyos propios, es decir, de nuestra redención. San José haz que no pase ningún día sin que podamos meditar los misterios del santo Rosario. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 24

Aseguraba el papa san Pablo VI que siempre que rezamos el Rosario a María promovemos nuestra propia vida cristiana, nuestro compromiso apostólico y sobre todo nuestra unión familiar. San José que nunca olvidemos estos misterios. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 25

Por aquella inaudita sorpresa de saber del embarazo de su santísima esposa, tu corazón quedó destrozado, pero ante el aviso del ángel volvió a su primitiva tranquilidad y calma. San José particípanos a todos de tu verdadera paz interior. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 26

Qué dolor tan grande de ver a Jesús nacer en un desmantelado establo ateridos de frío en el crudo invierno. Pero este dolor se transformó muy pronto en santa alegría ante el canto de los ángeles y la solidaridad de los pastorcitos que brindaron a Jesús todo lo necesario. Ayúdanos san José a resguardar a Jesús en nuestro corazón brindándole nuestras buenas obras y oraciones de todos los días. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 27

Ciertamente la pérdida de Jesús en el templo no tiene comparación con ningún dolor humano; día y noche lo buscaron con el llanto en los ojos; pero mayor fue la alegría al encontrarle en el templo en medio de los doctores de la ley, enseñándoles que cuando Dios llama a una vocación superior, ante todo está Dios. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 28

San José, tú no dejaste faltar nada a la Sagrada Familia. Socorre a todas aquellas a las que no les alcanza el sustento diario; sé su providencia en todo lo necesario. Así sea

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 29

San José, Dios todopoderoso que santificó a muchos profetas desde el seno de su Madre, al elegirte a Ti como su representante, no podía obrar de distinto modo, dándole a María Virgen Inmaculada, también un esposo virgen. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 30

Corazón de María danos también a nosotros esa misma llama de Amor divino que le entregaste a san José. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Marzo 31

Corazón amoroso de María, concédeme a través de tu amado esposo san José, la gracia de ser testigo fiel de la Palabra que encarnó a tu hijo Jesús. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)