viernes, 8 de noviembre de 2024

365 DÍAS CON SAN JOSÉ - MEDITACIONES DIARIAS




 Junio 1

Que todos sean uno, para que el mundo crea, pidió Jesús para nosotros antes de su Pasión. Quería darnos esa comunión que Él había vivido primero en Nazaret junto a José y María, donde la concordia de los corazones fue más fuerte que todas las dificultades. Nuestro corazón se abra para recibir la gracia de la comunión con Dios y los hermanos, a ejemplo de san José y María. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 2

San José tuvo un privilegio que para él fue seguramente una fuente inagotable de gozo durante su vida. Ayudó a Jesús a nacer y a dar sus primeros pasos. También nosotros ayudamos a Dios en la pobreza que Él asume en cada uno de nuestros hermanos carenciados. Que san José nos ilumine para que veamos en cada necesitado la ocasión de servir y amar a Dios. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 3

Fueron difíciles los caminos que san José tuvo que recorrer para cumplir la misión que Dios le había encomendado, pero él nunca dejó de lado la confianza en la divina providencia; ese amor sabio de Dios hace que todo colabore para el bien de los que ama. Él lo sabía, que nos dé a nosotros hay esa certeza. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 4

El amor de san José por Jesús y María tenía una ternura llena de delicadezas. Buscaba que siempre estuvieran seguros y confortables y disimulaba el propio cansancio y la angustia frente a las dificultades. Y llenaba cada momento de la vida común con gestos de comprensión y de esperanza. Que también nosotros podamos hacerlo, por la intercesión de san Jose. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 5

En san José estaban presentes a la vez una comprometida vivencia y un sólido conocimiento de la revelación de Dios, que sin duda enseñó al niño Jesús. Todas las familias están llamadas como él a conocer y amar a Dios recibiéndolo en su seno y aprendiendo en su presencia a discernir y a cumplir su voluntad. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 6

Por Jesús en la cruz, todos fuimos redimidos; que por intercesión del Padre de Jesús, sigamos trabajando nuestro espíritu, para que alcancemos la gloria de la eternidad. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 7

Por el bautismo nuestros pecados son perdonados. Que la presencia del glorioso Patriarca acompañe nuestros pasos, para que cada día nos alejemos de todo lo que puede disgustar a Dios. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 8

Siendo san José el elegido para intervenir como tutor de los designios divinos, y porque eres fidelísimo patriarca, te pedimos que también nosotros seamos fieles a los designios que nuestro Padre nos interpela cada día. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 9

Y el tiempo favorable para que el Espíritu Santo descienda sobre nosotros era el que Jesús mismo indicó: es necesario que me vaya para que venga a ustedes el Paráclito; él les dirá todo. Glorioso san José, que siempre seamos obedientes a tu Espíritu Santo que nos da vida y vida en abundancia. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 10

Mientras Jesús convivía con sus discípulos, su protección estaba asegurada; pero al retirarse por orden del Padre, les dijo: Estaré con ustedes hasta el fin del mundo. Ayúdanos san José a estar siempre con Jesús. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 11

El Espíritu se goza en habitar nuestros corazones, y nos hace exclamar confiadamente Abba, es decir Padre, dándole constantemente fuerzas para practicar la virtud y vencer a nuestros enemigos. Glorioso san José, que aprendamos de tu fidelidad. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 12

Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, vemos testimonios contundentes de cómo el Espíritu de Dios transforma y comunica una vida nueva en aquellos que habita. Que por intermedio de san José, podamos ser siempre espejo del Espíritu Santo. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 12

Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, vemos testimonios contundentes de cómo el Espíritu de Dios transforma y comunica una vida nueva en aquellos que habita. Que por intermedio de san José, podamos ser siempre espejo del Espíritu Santo. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 13

La transformación que obra por el Espíritu Santo da fuerzas a nuestros corazones; que por intermedio de María y san José tengamos la fuerza suficiente para cumplir la misión de ser buenos cristianos. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 14

María y José fueron fortalecidos por el Espíritu Santo; no se dejaron intimidar ni por parientes o amigos, sino que permanecieron tenazmente unidos al amor de Cristo. Que por intercesión de ellos, se nos otorgue la misma gracia de ser fieles y fuertes. Así sea.


Junio 19

San José, tu pureza de corazón y de acciones aun hoy son ejemplo de tu dignidad de hombre de fe. Que por tu ejemplo lleguemos también nosotros a ser puros de corazón, y que ello se manifieste en todas nuestras obras. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 15

El evangelio nos dice que san José fue el “varón justo”. Su santidad fue ciertamente única. Que por su mediación nosotros obtengamos la gracia de ser santos, como solo él supo serlo. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 16

La fe de este santo fue única, después de la de María, por haber creído sin titubeos cuando el ángel le habló en sueños. Danos a todos, san José, esa fe y esa esperanza inquebrantable, que supiste tener y conservar. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 17

¡Y qué podríamos decir de la caridad y humildad en san José! Fue el hombre más humilde y caritativo. Que de su ejemplo y virtud podamos contagiar nuestro corazón. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 18

Recordamos lo ya dicho: su amor a Dios y al prójimo eran como un océano sin límites. Su ternura para con el Niño, sus besos y sus abrazos de padre, tampoco tenía límites. San José, danos un corazón semejante al tuyo. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 19

San José, tu pureza de corazón y de acciones aun hoy son ejemplo de tu dignidad de hombre de fe. Que por tu ejemplo lleguemos también nosotros a ser puros de corazón, y que ello se manifieste en todas nuestras obras. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 29

Querríamos persuadir a todos que fueran devotos de este glorioso santo, por la gran experiencia que tenemos de los bienes que alcanza a los que recurren a él. Que a ejemplo de Santa Teresa, también nosotros contemos con su bendición y protección. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 20

En cuanto a la virtud de la humildad, fue quien mejor supo imitar a su Hijo adoptivo. San José enséñanos a ocupar en la vida el lugar que nos corresponde. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 21

En tu humilde taller ocultaste tu grandeza. Que por tu intercesión san José, cada uno de nosotros aprendamos a ser humildes y generosos. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 22

Tu obediencia total a la voluntad del Padre, es para nosotros signo de entrega incondicional. San José, que por tu intercesión podamos ser obedientes a la voluntad del Padre en cada una de las acciones cotidianas. Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 23

Danos también a nosotros fidelidad incondicional, paciencia inquebrantable, conformidad a toda prueba, constancia en el bien obrar y oración constante, como no podía ser de otra manera estando con Jesús y María en nuestras vidas. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 24

Comunícanos también, glorioso san José, esa laboriosidad que no te permitió perder tiempo en la vida, confiando siempre en la providencia del Padre. Que en todo momento no nos olvidemos del prójimo. Amén

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 28

Que así como el glorioso san José supo alcanzar la gloria celestial, que podamos por su intercesión alcanzar las promesas que nos prometiera nuestro Señor Jesucristo. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 29

Querríamos persuadir a todos que fueran devotos de este glorioso santo, por la gran experiencia que tenemos de los bienes que alcanza a los que recurren a él. Que a ejemplo de Santa Teresa, también nosotros contemos con su bendición y protección.

Así sea. (P. Florentín Brusa, cmf)


Junio 30

Toda persona que se ponga en manos de san José, y le pida alguna cosa con fe y esperanza, sin duda verá cumplida su necesidad.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


365 DÍAS CON SAN JOSÉ - MEDITACIONES PARA EL MES DE MAYO



Mayo 1
Por su honrado desempeño en el oficio de carpintero, san José es el modelo admirable de todos los trabajadores por su justicia, sencillez, laboriosidad y humildad; siempre al servicio de Jesús y de María. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 2
Tú Señor, que llamaste a nuestros padres en la fe, que caminaron en tu presencia con un corazón limpio y sincero, haz que podamos también nosotros, sus hijos espirituales, lograr lo que necesitamos en la familia sin olvidarnos de los bienes del cielo. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 3
Oh Señor, tú que elegiste a san José, varón justo, para que cuidara a tu Hijo y a la Madre virginal, haz que también nosotros nos consagremos al servicio del cuerpo de Cristo que es la Iglesia. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 4
Tú, Señor, que entregaste la tierra al hombre para que la trabaje, la llene y la someta, haz que esta le sirve de escalera para pensar más en Dios, que se la otorgó, y así alcanzar la gloria eterna. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 5
No te olvides, Padre del Universo, de la obra de tus manos, y haz que todos los hombres, mediante su honesto trabajo y por intercesión de nuestro modelo san José, tengamos una vida digna, puesto que somos miembros de la gran familia de Dios. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 6
Dios nuestro creador del universo, que has establecido que el hombre coopere con su trabajo al perfeccionamiento de tu obra, haz que guiados por los ejemplos de san José y ayudados por sus plegarias realicemos las tareas que nos asignas y alcancemos la recompensa que nos prometes. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 7
San José siempre buscó primero el reino de Dios y su justicia; por esto nunca le faltó la añadidura prometida por Jesús. Ayúdanos a conocer cada día mejor a tu Hijo adoptivo, verdadero Dios y verdadero hombre. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 8
Padre celestial, Tú que alimentas las aves del cielo y vistes los lirios del campo, concede a todos los hombres el pan de cada día para su cuerpo, y el alimento de la Eucaristía para su espíritu. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 9
Creador del universo. Tú que entregaste al mundo la obra de tus manos, haz que los trabajadores puedan disfrutar de una manera digna del fruto de sus trabajos; y Tú que eres la fuente de toda justicia y que deseas que todos tengamos lo que corresponde a cada uno, por intercesión de san José, ayúdanos a ser justos y equitativos. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 10
Haz Señor que los moribundos y los que ya pasaron de este mundo hacia Ti obtengan tu misericordia eterna por medio de tu Hijo, María y san José, patrono especial de estos momentos difíciles, para entrar en la vida eterna. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 11
Cuando la gracia divina elige a alguien para algún estado de vida muy elevado, oficial o especial, le otorga todos los carismas que le son necesarios a esa persona así elegida, adornándola con profusión. Glorioso san José, ruega por nosotros. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 12
La exaltación que se realizó en la persona de san José, no tiene igual puesto que fue el padre de nuestro Señor Jesucristo; que por su intercesión todos los niños abandonados y sufridos recibirán el consuelo de este padre amoroso y verdadero esposo de la Reina del mundo y Señora de los ángeles. Así sea. (P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 13
San José, fue elegido por el Padre como fiel cuidador y guardián de sus más preciados tesoros, a saber, de su Hijo y su Esposa, cargo que él cumplió con absoluta fidelidad. Por esto te pedimos que cuides a nuestras familias de los males de la época. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 14
Dicen los santos que toda la Iglesia está en deuda con la Virgen Madre ya que por medio de ella recibió a Cristo; de modo semejante la Iglesia debe a san José, una especial gratitud y reverencia. Él, en efecto, cierra el antiguo testamento, ya que en su dignidad patriarcal y profética alcanza el fruto deseado. Que ese rocío del cielo siempre cubra nuestras familias. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 15
Dicen los santos que toda la Iglesia está en deuda con la Virgen Madre ya que por medio de ella recibió a Cristo; de modo semejante la Iglesia debe a san José, una especial gratitud y reverencia. Él, en efecto, cierra el antiguo testamento, ya que en su dignidad patriarcal y profética alcanza el fruto deseado. Que ese rocío del cielo siempre cubra nuestras familias. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 16
San José, Tú, el único que tuvo aquí en la tierra lo que la condescendencia divina había prometido a los patriarcas y profetas; esa misma familiaridad, respeto y altísima dignidad que Cristo te tributó mientras vivías en la tierra, no te la ha negado en el cielo, sino que te ha colmado de infinitas gracias. San José, qué grande es tu poder, intercede por nosotros. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 17
Por esto, no sin razón, dice el Señor: “Pasa al banquete de Tu Señor”, el gozo festivo de la felicidad eterna está en el corazón del hombre. Concédenos san José poder gozar algún día de la felicidad eterna. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 18
Acuérdate de nosotros bienaventurado san José e intercede con tus oraciones ante tu Hijo adoptivo, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de llegar a estar un día en la casa del Padre. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 19
José se estableció en una ciudad llamada Nazaret; así se cumplió lo anunciado por los profetas, que sería llamado Nazareno. Acudamos a su poderosa intercesión, porque es el único hombre justo por excelencia, después de Jesús y María. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 20
Qué dolor tan grande, debiste sentir san José, en tu corazón al ver a tu esposa embarazada sin conocer el gran misterio, y qué prudencia tuviste al retirarte. Pero cuánta alegría sentiste cuando el ángel Gabriel, enviado de Dios, te reveló el misterio obrado por el Espíritu Santo sobre Ella. Glorioso san José enséñanos a dejar siempre todo juicio humano en manos de Dios. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 21
Qué dolor inmenso fue para san José, en aquella noche fría, no ser recibido por sus parientes, y qué tristeza tener que buscar un establo de animales para su Hijo. Pero cuanto consuelo al escuchar a los ángeles cantando y ver a los solidarios pastorcitos con ropas y alimentos para el niño. San José, sé siempre la providencia del pobre. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 22
Qué dolor sintió también el glorioso patriarca san José en la circuncisión del niño, sabiendo que por medio de aquella sangre inmaculada, el Redentor redimiría al mundo de todo pecado. Que también nosotros seamos dignos san José de esa sangre redentora. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 23
Gran dolor causó a María y a José la profecía del anciano Simeón “una espada atravesará tu alma” y que se cumplió sobre todo en el momento de la crucifixión donde solo quedaron María y Juan para recibir el testamento sagrado: “Allí tienes a tu hijo, allí tiene a tu Madre”. San José, acompaña con tu intercesión y consuelo todos nuestros momentos de dolor. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 24
María y José avisados por el ángel huyeron a Egipto. Al pasar el verdadero Dios en los brazos de María y José frente a los ídolos, nos dice la tradición popular, estos caían al suelo. Líbranos san José de los ídolos del pecado. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 25
Después de un tiempo el ángel vuelve a avisarles que ya pueden volver a Nazaret; ellos tuvieron miedo de volver, mas el ángel les dice que vuelvan lo mismo; serán protegidos por Dios y nada les pasará. Pidamos a María y a José esa total confianza en la divina providencia. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 26
María y José, todos los años iban a Jerusalén para ofrecer sus sacrificios anuales en el Templo. Terminada la ceremonia religiosa, el Niño se perdió. Después de mucho buscarlo lo encontraron con los doctores de la ley, ahí les mostraba su divina sabiduría. María y José, intercedan por nosotros para que también podamos participar de la sabiduría que viene del cielo. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 27
El Niño perdido y hallado en el templo testimonia, con su ejemplo, el sano desprendimiento de sus afectos más cercanos. Que por tu intercesión san José, más jóvenes decidan ser fieles al llamado al ministerio sacerdotal y a la vida religiosa. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 28
La madre del Hijo único de Dios es también la madre de todos los que nos hacemos hijos adoptivos de Dios por el bautismo. Dios se hace hombre para que el hombre llegue a Dios. Que san José nos muestre este camino que, sin despreciar nada humano llega hasta Cristo. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 29
Nadie tuvo una adhesión tan grande a Jesús como María, su Madre. Desde el pesebre a la cruz lo acompañó fielmente, así en alegría como en el dolor. Y junto a ella, nadie estuvo, en cada momento tan presente y cercano como san José. Que él nos alcance esa cercanía. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 30
Como se une a Jesús en la Pasión, María se une también en la Resurrección. En ella brota la vida nueva de Dios y desde ella se contagia. Primero que nadie a san José, su esposo amado, que compartió con ella gran parte de su vida. Que por su intercesión, él nos transmita también a nosotros la vida nueva de la Resurrección. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)

Mayo 31
María y José son para nosotros mensajeros, es decir ángeles de la salvación de Dios, que impregna con su Espíritu de amor la vida de todas las familias. Que seamos dóciles a la salvación que nos traen estos mensajeros de la Buena Noticia. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)


 

martes, 21 de mayo de 2024

NOVENA EN HONOR A SAN JOSÉ MARELLO - DEL 21 AL 29 DE MAYO



NOVENA A SAN JOSÉ MARELLO
Fundador de la Congregación Religiosa Oblatos de San José
21 al 29 mayo
Fiesta: 30 de mayo



El esquema es el siguiente:
- Canto inicial.
- Oraciones iniciales.
- Una de las dos oraciones colecta.
- Lectura correspondiente al día de la novena.
- Momento de reflexión después de la lectura.
- Un esquema de las preces.
- Himno a San José Marello.



CANTO INICIAL

1. ORACIONES

(Estas mismas oraciones pueden utilizarse para la devoción semanal)

V. Oh San José, dulce padre nuestro, que sobre la tierra escondiste con el silencio la santidad admirable de tu vida, obténnos la exaltación y glorificación de San José Marello, quien se esforzó sobremanera por imitarte, velando bajo las apariencias comunes un tesoro de gran virtud.

R. Haz que podamos también nosotros imitarle en nuestras relaciones con los hermanos, viendo en el prójimo la imagen de Cristo.

San José Marello, ruega por nosotros.

V. Oh insigne Patriarca San José, dignamente invocado consuelo de los afligidos; te damos gracias por el ejemplo que nos ha dejado en San José Marello, tu siervo y devoto, que consagró afectos vivos y la delicadeza de su corazón compasivo a los tristes y desamparados.

R. Haz que podamos imitarle en nuestro corazón y en nuestras obras, con una atención digna y sincera par con los necesitados que nos rodean, según el espíritu del Santo Evangelio.

San José Marello, ruega por nosotros.

V. Oh felicísimo San José, que fuiste escogido por el Eterno Padre para hacer de padre de nuestro Señor Jesucristo, te damos gracias por San José Marello, quien con su ejemplo, con su palabra y con la congregación que él fundó, es un nuevo modelo del seguimiento radical de Cristo.

R. Haz que nosotros también podamos promover la gloria y el honor de Jesús en la entrega total a los niños, jóvenes y ancianos desamparados, y que todo esto lo hagamos según el espíritu de nuestro Santo fundador y Padre.

San José Marello, ruega por nosotros.



ORACIÓN COLECTA

1. Omnipotente y eterno Dios, que siempre obras cosas admirables en tus santos, concédenos imitar a San José Marello, que tanto se esforzó por tu reino y la salvación de las almas, en la imitación de San José, propagando su devoción con la palabra, el ejemplo y con la congregación fundada en su nombre.

Por Cristo nuestro Señor. Amén.

2. Oh Dios, que has inspirado a San José Marello, el ardiente deseo de expresar con la vida interior y el apostolado el misterio cristiano como lo vivió San José, el custodio del Redentor, por su intercesión concede a nosotros imitarlo en la íntima unión contigo y en el celo por el servicio de la Iglesia.

Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.




2. LECTURAS

A continuación se presenta una selección de textos de San José Marello, para la reflexión diaria.


1er. día: Cartas 9 y 11 (Agosto 1866-1867)
A Esteban Delaude

Debemos declarar una guerra sin cuartel a ese espíritu de transacción que trata de infiltrarse en toda nuestra vida y es el fatal disolvente de los mejores proyectos y más firmes propósitos.  Querer, siempre, cueste lo que cueste. Es necesario enfrentarse a sí mismo. El Yo bueno que combate contra el Yo malo. El Yo de un instante, de un instante sublime, que se levanta para ganar al Yo de todas las horas, el Yo del pasado, el Yo del viejo sistema. El Yo que quisiera superarse y elevarse de una vez por todas, pero que debe multiplicarse a cada momento en continuas y renovadas opciones.

Voluntad: ¡este debe ser nuestro lema! pero esa voluntad íntegra, inquebrantable y eficaz.

Te he revelado el ideal que me da vuelta a la cabeza desde hace 6 años o más. Este ideal ha tenido ya muchas transformaciones, pero ahora la conciencia me asegura que, en su estado actual de maduración, puede pasar, en cualquier momento, a la fase de la realización.

Debemos coordinar todos nuestros pensamientos, todos nuestros afectos, todas nuestras potencialidades a un único ideal. Vivir por este ideal, exaltarnos, sublimarnos, multiplicarnos en este ideal. ¡Quererlo siempre cueste lo que cueste! ¡Quererlo con ardor, quererlo con firmeza, quererlo con constancia!

¡Guerra a la transigencia! ¡Quién transige está perdido!

Pero, antes de todo, si queremos tener el valor y la firmeza necesaria en nuestros propósitos, será conveniente sacar provecho de este dístico de Juan Prati:"Cimiéntate en El, oh polvo altanero; la fortaleza está en Dios, no en quién se muere". Por lo tanto, habrá que buscar nuestra fortaleza Arriba... Sin fe no se da amor y sin amor no hay nada, absolutamente nada.

Delaude, abracémonos con Dios y cuando estemos unidos a Él en la mística unión de la Eucaristía... transfigurémonos... Cristo en nuestros corazones es el coeficiente infinito... Y nosotros pobres signos de la nada, nos podemos multiplicar gradualmente hasta alcanzar valores infinitos.

Oración, meditación, violencia; sí, violencia continua sobre nosotros mismos y a cada hora que pasa gritemos con Santa Teresa: ¡ánimo, una hora menos de lucha!

Y nosotros clérigos renovaremos aquellos hermosos tiempos de la antigua Iglesia cuando el sacerdocio, por su fe vivísima y caridad profunda, resultaba venerable al pueblo cristiano.

En la actualidad solamente nos queda un débil reflejo de aquella fe y celo apostólico. ¡San Pablo! ¡Esta es la figura típica del Crsitianismo!

Entonces: a renovarnos en el espíritu, cada día, cada hora; el hombre puede elevarse, como los gases, porque "tanto puede aventurarse uno cuanto lo quiere y tanto lo quiere cuanto conoce".



2do. día: Carta 10 (1866)
A Esteban Delaude

Salgo en este momento del tribunal de la penitencia con el alma purificada y con el corazón vibrante de júbilo celestial: te enviaré por tanto una palabra de amor, de aquel amor que nos hace, como te dije en mi anterior comunicación, con el Apóstol, "perfectos en unidad".

El entusiasmo juvenil es como el éter: si es dejado destapado se volatiliza y desaparece. Entonces no debe confundirse la voluntad efímera, y que por tanto resulta insuficiente, con la voluntad constante, la única eficaz.

¡Voluntad!, pero una voluntad no efímera sino perseverante, firmeza de carácter que aguante todas las pruebas y toda clase de dificultades; serenidad de ánimo por encima de todas las molestias pasajeras, los pequeños contratiempos, las inútiles preocupaciones que, como consecuencia de la humana fragilidad, pueden venir a inquietarnos a lo largo de la jornada. Cuando la meta está fijada, aunque se caiga el mundo, hay que mirar allá y siempre allá. El hombre se transfigura por su voluntad.

Quien vacile en sus convicciones será siempre una persona débil e inepta. Es preciso ser firmes, uniformes, perseverantes. Para la transformación de la sociedad de nada sirven los hombres de talento; mientras que los hombres de carácter sacuden el mundo.

¿No sentimos en nosotros un algo divino que, a pesar de las trabas de la carne, nos eleva y nos sublima hasta nuestro Centro? En ciertos momentos de completa postración moral, ¿no experimentamos, en forma repentina, la posibilidad de resurgir, gracias a la palabra de un amigo o por un acto de generosidad que hemos admirado en nuestro interior, no experimentamos la posiblidad de renacer a nuevas esperanzas y sublimes deseos? Recuerda esto de Dante:"Al verlos me exalto en mi mismo".

Exaltémonos  en los grandes modelos y mano a la obra.

Adios, reza, piensa y ama.



3er. día: Predicación del 14.02.1886
Cf. Mt 13, 31-35


El granito de mostaza se considera la semilla más pequeña de las que germinan en la huerta y sin embargo se desarrolla tanto que llega a ser un arbolito: por eso representa bien las pequeñas virtudes, las cuales pueden producir una gran santidad. En efecto, los grandes santos llegaron a su santidad no tanto por la práctica de virtudes extraordinarias, las cuales existen en muy raras ocasiones, sino con los actos repetidos e incesantes de pequeñas virtudes.

Así San José, no hizo cosas extraordinarias: mas con la práctica de las virtudes ordinarias y comunes llegó a aquella santidad que lo eleva sobre todos los demás santos. También Jesús no hizo siempre actos extraordinarios y heroicos, como el dejar a su madre y el morir en la cruz, pero cuántos pequeños actos de virtud hizo Él y cuánto mereció.

¡Cuántos pequeños actos de obediencia, humildad, paciencia podemos hacer! Estas pequeñas virtudes no conocidas por los hombres, pero muy agradables a Dios, hacen subir a una alta perfección y forman el árbol de la santidad cuya semilla no es más que un granito pequeño.

Cuánto deseo San Luis poder proceder como Francisco Javier, yendo a convertir a los infieles de las tierras de misión. Mas el Señor quiso de Él sacrificios pequeños, si bien numerosos y frecuentes, y él con la observancia perfecta de su regla pudo ganarse un hermosos trono de gloria.

La resolución que debemos tomar es la de tener mucha cuenta de las pequeñas virtudes, de cumplir momento a momento lo que Dios quiere, en el tiempo, en el modo, en las circunstancias que Él ha determinado, y quedarnos con el corazón con el corazón tranquilo y quieto, persuadidos que como el Señor ha guiado a otros a la santidad, así con su gracia nos guiará también a nosotros, con tal que seamos dóciles a su voluntad, y caminemos al paso, con su gracia, sin dar nunca ningún paso, ni más corto ni más largo, porque en la una y la otra manera corremos el riesgo de tropezar caminando contra la voluntad del Señor.

Es verdad que los santos, practicando las virtudes pequeñas, aspiraban a cosas grandes, pero siempre dependiendo de la voluntad de Dios.

El que queriendo ejecutar un dibujo, cambiara los colores indicados porque le parecen demasiado vivos o poco vistosos y no se atiene a las indicaciones recibidas, no lograría el efecto buscado: si al contrario ejecuta el dibujo exactamente, con los colores indicados por el artista, entonces el dibujo resulta magnífico y todos los admiran y alaban.

Así, si seguimos con exactitud el dibujo espiritual que el Señor ha trazado para nosotros, no descuidando ninguno de nuestros deberes, aún el más pequeño, practicando todas las pequeñas virtudes en la medida, en la manera, en las circunstancias que Dios quiere, sin cambiar nada, sin quitar o agregar, entonces el dibujo saldrá como lo ha concebido Dios (el Divino Artista) y será admirado y alabado no sólo por los hombres, sino también por Dios, por los ángeles y sus santos.

Tengamos confianza: si somos fieles en lo poco, el Señor nos dará un premio muy grande en el paraíso.

Más que las penitencias extraordinarias, como disciplinas y ayunos, debemos practicar las pequeñas mortificaciones interiores y exteriores. Santa Teresa de Jesús amonestaba así a los que ama excesivamente las penitencias corporales: "¿Qué culpa tienen los hombros si la lengua resbala?".

Tratemos de santificar las cosas pequeñas: un pequeño acto de paciencia o de caridad, acompañado por la recta intención, reviste un grandísimo mérito a los ojos de Dios.

Sean extraordinarios en las cosas ordinarias.



4to. día: Carta 206 (Acqui, 26 febrero 1981)

J.M.J.

Queridísimo Don Cortona, 

Es la primera vez que tengo el consuelo de contestar una carta toda ella llena y hasta desbordante de buenas noticias, que he gustado y he dejado gustar también a Don Peloso y a Leone, como una deliciosa pieza musical, estupendamente armonizada del comienzo al final. San José es siempre el director de orquesta que da la entonación, pero a veces permite alguna pequeña nota desafinada. Sin embargo, en este su querido mes, quiere que todas las notas fluyan perfectas y melodiosas a fin de arrebatarnos el espíritu allá donde todo es armonía. El Santo Patriarca quiere dejarnos entender que en Belén, después de la horas de abandono y silenciosa espera, cuando se sucedieron las reconfortantes visitas entre cantos de paraíso. Dejo a Don Cortona poner en evidencia los diferentes aspectos que hay en estos dos cuadros: Belén y Santa Clara.

En cuanto a mí, no me queda otra cosa que sentirme contento de haberles hecho en mi última carta un augurio que fue del agrado del Señor; "Vayamos todos donde San José", les decía yo; y veo efectivamente que el Santo los ha tenido a todos a su alrededor en su viaje triunfal hacia el trono, también vio aumentar la familia de sus devotos, y muchos otros hijos como Uds. le han tributado una hermosa corona de gloria. Dios quiera que en este mes, se añadan nuevos devotos que le lleven aquellos dones de Belén, que él, después, en su condición de proveedor de la Sagrada Familia sabe administrar muy bien. Quiera Dios concederme la gracia de poder conservarnos siempre dignos de pertenecer a esta familia bendita y merecer recibir de las manos de su cabeza (jefe) el sustento cotidiano.

Gracias a Dios por el buen éxito en los exámenes de filosofía. A los interesados: plácemes y adelante. Muy bien y adelante también a Don Baratta que va aumentado títulos nuevos para recibir en breve el de Misionero Apostólico. Santa Clara abunda ya de todo: Predicadores, confesores, Catequistas, Profesores, Cultores de las bellas artes, sin olvidar a los Proveedores, los Ecónomos, los Maestros de Oficio, los Obreros, etc... Deseábamos a un Subdiácono y San José nos lo dará de aquí a muy poco y  a su debido tiempo, nos hará también a un Diácono. También nos dejará faltar la salud y esperemos que en este mes fortalezca al hermano Alfonso, para que pueda tener entusiasmo en su servicio. Termino hablando del abrigo: por este invierno puedo prescindir de él y así el hermano Benedicto tendrá la tela disponible para la sotana. En un abrazo santo me confirmo queridísimo en el Señor.


José, Obispo.


5to. día: Carta 208 (8 marzo 1891)
A Don Cortona


... La obra, las dudas, la Providencia.!!! Tres palabras cargadas de significado que llaman a la memoria tres grandes consideraciones apenas armonizables entre sí. La primera y la última (obra y Providencia), con el apoyo de la fe, se logra concordarlas todavía un poco; pero sea que está al medio (deudas), a veces, no hay forma de hacerla concordar. Resumiendo lo que he dicho, si el trabajo proyectado es cuestión de poco gasto, adelante. Pero si no fuera así... detengámonos y esperemos que San José nos haga escuchar su voz. Estamos en su hermoso mes. D. Cortona predica sus glorias; los hermanos y toda la casas con los corazones unidos invocan su protección; el hermano Esteban les ofrece el homenaje de sus tribulaciones y el hermano Máximo, si él se lo pidiera en el nombre de Dios, le ofrece también el sacrificio de su vida, sacrificio doloroso por cierto, pero al mismo tiempo glorioso. Así entonces le diremos a nuestro gran Patriarca: "Henos aquí, todo para ti y tú sé todo para nosotros.  Tú nos enseñas el camino, nos sostienes a cada paso, nos conduces a donde la Divina Providencia quiere que lleguemos, sea largo o corto el camino, fácil o difícil, se vea o no se vea por visión humana la meta, despacio o de prisa, nosotros contigo estamos seguros de caminar siempre bien.

Envio una especial bendición al buen hermano Máximo como prenda de las oraciones que elevo a Dios por él. Saludos cariñosos y muchos augurios de buena convalecencia al hermano Esteban cuando haya vuelvo a Santa Clara. A todos, especialmente a los sacerdotes (incluyendo al que está próximo a serlo, si el Obispo lo dispone) y a Don Cortona muchos saludos de su afectísimo.


Joseph Ep. us.



6to día: Carta 210 (Acqui 20.03.1891)
y Homilía (3.02.1889)


Queridísimo D. Cortona

He recibido en el día de San José las flores y las felicitaciones epigráficas, en dos idiomas, que me enviaron de Santa Clara. Espero ahora la relación de las solemnidad que me imagino habrá estado extraordinariamente bella y devota. José es como un brote que crece y los hijos de San José deben también crecer, siquiera en el amor a su santo Patrono. Con ocasión de mi onomástico me han llegado muchas promesas de oraciones y ayudas espirituales. 

Quiero compartir todas estas generosas ofertas con mis queridos Oblatos: son como una riqueza a la cual también ellos tienen derecho. Del mismo modo que yo les comunico todo lo que es mío, los Hijos de San José me comunicarán todo lo que es suyo y cada uno podrá decir: "todo lo mío es vuestro y todo lo vuestro es mío, según la voluntad de Jesús que quería a sus discípulos perfectos en la unidad...".

"... Jesús, que es el vínculo dulcísimo de todos los corazones, no quiere absolutamente que nos separemos, sino al contrario, quiere estrechar nuestros corazones con lazos de fuerza y pureza mayor. Los dejo con el cuerpo, pero con el espíritu y el corazón, siempre estaré presente en medio de Uds. ...".



7mo. día: Carta 248 (6 marzo 1893)
A Felipe Navone


... He recibido tu carta en la cual me expones las dificultades que encuentras para continuar los estudios y las consideraciones hechas al propósito por Don Juan y Don Baratta.... San Pablo, al que deseas imitar, dejó escrito: "no todos pueden ser apóstoles, no todos profetas, no todos doctores... Anhelemos dones mejores...". Si Dios te quiere santo como un San Félix de Cantalicio, sería para ti una dicha y tú le serías compañero en el Paraíso por encima de muchos doctores. La Divina Bondad no ha dejado que te falten aquellos dones que sirven para forma a un buen religioso y a un miembro activo en el cuerpo de la Congregación de San José. Si a semejanza de este gran Patrono tú tuvieras que servir en oficios modestos e inferiores a los de San Pedro, tú pensarás que el Humilde Custodio de Jesús está en el cielo más alto que el gran Apóstol. Y tú te considerarás contento de la responsabilidad que el Señor te reserve aquí abajo, con la confianza que te será fácil, con la ayuda divina cumplirla de manera que merezcas una gran recompensa allá arriba. ¿A quién fue dicho: Yo seré tu recompensa muy grande? A Abraham, varón obediente y fiel.

El hermano Felipe no necesita exhortaciones para entrar en esa disposición de ánimo, que en un religioso es ya habitual. Esta disponibilidad yo la encuentro en todas las palabras de tu carta y entonce es superfluo que yo procure insinuártela. Más bien invocaré del Señor para ti la gracia de la perseverancia, y para todos un aumento de generosidad en el seguir el divino beneplácito reconocido en la voz de la obediencia.

También tú encomiéndame al Señor y hasta pronto en el nuevo camino de la finca de Casablanca. Recibe ahora con tu pequeña familia semi-eremítica los cordiales saludos de tu siempre afectísimo, en Jesús, José y María.


José, Obispo.



8vo. día: Cartas 234-225
A Don Cortona


Exclamemos concordemente siempre: ¡se haga la voluntad de Dios en todas las cosas! y meditemos mientras tanto en los hechos que suceden por permisión divina. El Hno. Máximo, fiel al llamado del Señor sube entre los ángeles al paraíso; el Hno. Pedro, infiel a su vocación se condena a la prisión del cuartel...¡Pobrecito! No supo humillar su juicio y le pareció dulce el poder tener el libre dominio de sí mismo, pero ahora se da cuenta que antes que ser señor de su juicio, poco a poco, se había vuelto esclavo. De él y del Hno. Máximo se pueden repetir las palabras de Santo Tomás de Aquino y aplicarlas en modo acomodaticio: "ve cómo una misma vocación  puede tener un resultado tan diferente".

A decir verdad, esta última defección me ha dolido, más que sorprendido. No se toman decisiones tan radicales y con tan clara enérgica deliberación de la voluntad, sin haber antes movido temerariamente el pie hacia el resbaladero.

¡Ah la obediencia! No aquella que quiere abrir a veces un ojo para ver un poquito su provecho, sino aquella que se llama ciega... ¡Ah la obediencia, cuántas gracias nos atrae del cielo para no pisar en falso e ir derechos a la meta!

Lamentamos que no pocos hermanos hayan dejado secar los retoños de esta virtud que San José quería bien enraizada en sus corazones: deploremos su suerte y hagámosla objeto de meditación para nosotros... San José interceda por nosotros... (C.  234; 4.04, 1892)... De parte nuestra debemos siempre la preferencia en la balanza a la autoridad y podremos esperar que Dios, Autoridad Suprema, en miles de modos y en cosas de orden más elevado, hará que la misma balanza, sin que otros se den cuenta y a veces en contra de ellos, se incline en favor de nuestra causa...(C. 225  23.01.1892).



9no día: Cartas 271-278 (24 octubre 1894/4 marzo 1895)
A Don Cortona


... Alrededor de los hermanos de San José la oscuridad espiritual va aumentado siempre más; una tal oscuridad que prácticamente nos impide mover un solo paso con seguridad. Que sean benditas también estas espantosas tinieblas si vienen por voluntad del Señor. Caminaremos con confianza en la oscuridad pensando que los Ángeles nos estás cuidando para no dejarnos tropezar. Adelantaremos por centímetros si no podemos hacerlo corriendo y ni al paso, pero estaremos de pie. Pero ¿cuándo vendrá la luz? Este es el secreto de Dios. Podemos suspirar por esta luz como se suspira por el alba del día, pero, como a ésta, no podemos acelerarla ni un sólo minuto. Debemos, sin embargo, tener la mirada fija hacia el oriente, exactamente donde se deja ver la luz de la mañana; que nos nos suceda confundirla con la aurora boreal que ilusiona al peregrino... Mientras tanto, San José se digne cubrir con su paterno manto a sus devotos hijos... (C. 272).

"Estén todos de buen ánimo bajo el paternal manto de San José, lugar de segurísimo refugio en las tribulaciones y angustias de la vida, también para su afectísimo.


José Obispo (C. 278)



3. PRECES

I ESQUEMA

Celebrante: La omnipotencia de Dios se manifiesta sobre todo en la misericordia y en el perdón: confiados a Él dirigimos nuestras súplicas, por la intercesión de la Virgen María, San José, San José Marello y de todos los santos.

- Por el Papa Francisco, sucesor de San Pedro y Pastor de la grey de Cristo, para que el Señor le done gracias, salud y le apoye en el anuncio del Evangelio y en su servicio a bien de la unidad de la Iglesia y la paz del mundo.

V. Oremos:
- Para que en nuestra Iglesia el obispo, los presbíteros, los diáconos, las personas consagradas y todos los fieles tengan los mismos sentimientos de Cristo emulándose recíprocamente en la caridad y el servicio mutuo en todas las obras.

V. Oremos:
- Para que en nuestras parroquias aumenten siempre la fe, la esperanza y la caridad activa, dando testimonio generoso de la vida cristiana que San José Marello enseñaba con insistencia de palabras, escritos y vida.

V. Oremos:
-  Para que los Oblatos de San José siguiendo las huellas de su Fundador, y fieles a su carisma, se comprometan sin cansarse a extender el Reino de Dios en la formación de los jóvenes, la catequesis y el servicio de los pobres.


V. Oremos:
- Para que en nuestras familias se redescubra el respeto y la obediencia al Evangelio y a sus exigencias: ellas son el camino seguro de su desarrollo y seguridad en la mutua comprensión y paciencia.

V. Oremos:
- Para que los jóvenes de nuestras parroquias abran su corazón con total confianza en Cristo y le sepan aceptar fiel y generosamente en el futuro de su vida como Él se los vaya preparando.


Oración
Oh Dios que has inspirado a San José Marello, Obispo, el ardiente deseo de expresar con la vida interior y el apostolado el misterio cristiano, como lo vivió San José, el custodio del Redentor, por su intercesión concédenos imitarle en la íntima unión y en el celo por el servicio a la Iglesia. Por Cristo nuestro Señor. Amén.


II ESQUEMA

Celebrante: Oremos a Dios Padre todo poderoso, fuente y origen de toda santidad y de todo bien y presentémosle humildemente nuestras súplicas:

- Por el Papa Francisco, por los obispos y todos los sagrados ministros, para que con amor cuiden del pueblo que tienen encomendado, como lo hizo San José Marello.

- Por los sacerdotes y todo el pueblo cristiano, para que fieles a la doctrina de los venerables pastores de la Iglesia, como San José Marello, lleguen a participar de su gloria.

- Por los que tienen abundancia de bienes en la tierra:  para que comprendan que sus riquezas están al servicio de todos y las empleen sin egoísmo, con la generosidad y el cariño que tuvo San José Marello.

- Por los que se han apartado de la senda del bien: para que reconozcan la voz de Dios, se conviertan al Señor y así el día de su venida gloriosa los encuentre en vela.

- Por nuestra Parroquia y todos los Oblatos: para que aumente en nosotros la fe, esperanza y caridad como las tuvo abundantes San José Marello a servicio de los fieles, particularmente de los enfermos y abandonados.

Oración
Llegue a tu presencia, Dios de misericordia, la voz de tu Iglesia suplicante, para que obtenga de tu bondad los beneficios que ha pedido, como los obtuvo el Obispo San José Marello.

Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.



III ESQUEMA

Celebrante: Oremos a Dios nuestro Padre con la confianza de hijos, como sabía hacer San José Marello, para vivir según su carisma y la misión que ha sido entregada a los Oblatos de San José.


- Para que el testimonio de nuestros obispos, como el de San José Marello, nos estimule a caminar en la senda de la perfección  con corazón sencillo y humilde.

- Para que la palabra del Papa, los Obispos y los Superiores sea portadora de la luz, esperanza y confianza en Dios, a nuestros sacerdotes como lo fue para San José Marello.

- Para que nuestros guías espirituales, sacerdotes y hermanos oblatos vivan y muestren en sus enseñanzas y acciones el espíritu de servicio humilde y sincero que tuvo San José Marello.

- Que nuestros jóvenes se abran a la escucha de la voz de Dios que les habla al corazón e imitando a San José Marello, la reconozcan en las circunstancias difíciles de su vida, y así puedan caminar en la senda que Dios les ha manifestado.

- Por nuestros seminaristas, para que sepan continuar con fidelidad y generosidad en el camino del servicio a Dios y a los hermanos, según el espíritu y el ejemplo de San José Marello, imitando la fidelidad y generosidad de San José nuestro Modelo y Protector.


Oración
Dios todopoderoso, te rogamos que por la intercesión de San José Marello, derrames sobre nosotros tu gracia salvadora y nos concedas servirte con entrega generosa, amando a nuestros hermanos con amor incansable, como ya lo hizo San José Marello, con el sacrifico de su vida a los pies de la Virgen, Madre de Misericordia.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


4. HIMNO A SAN JOSÉ MARELLO

En la tierra que el Alpe corona
nuevo santo nos ha sido dado, cual modelo sin sombra esculpido
a quien Dios en su amor consumó.

OH MARELLO MANSO, HUMILDE, GLORIA A TI.
QUE TOMASTE A SAN JOSÉ POR GRAN MODELO.
EXULTANTE CANTA EL PUEBLO TU VICTORIA
Y A DIOS DA GLORIA, Y A DIOS DA GLORIA.

Nuestra Madre, la Virgen María
te inspira de Dios la llamada:
del peligro del mundo te salva, 
te acompaña hasta el último fin.

OH MARELLO MANSO, HUMILDE, GLORIA A TI.
QUE TOMASTE A SAN JOSÉ POR GRAN MODELO.
EXULTANTE CANTA EL PUEBLO TU VICTORIA
Y A DIOS DA GLORIA, Y A DIOS DA GLORIA.

A José tomaste por modelo
en la vida humilde y sencilla, 
de José imitaste el cuidado
por los intereses de Jesús.

OH MARELLO MANSO, HUMILDE, GLORIA A TI.
QUE TOMASTE A SAN JOSÉ POR GRAN MODELO.
EXULTANTE CANTA EL PUEBLO TU VICTORIA
Y A DIOS DA GLORIA, Y A DIOS DA GLORIA.

Protector de los pobres y ancianos, 
de los jóvenes fuiste su amigo,
de los niños, su tierno custodio,
de los fieles, amable pastor.

OH MARELLO MANSO, HUMILDE, GLORIA A TI.
QUE TOMASTE A SAN JOSÉ POR GRAN MODELO.
EXULTANTE CANTA EL PUEBLO TU VICTORIA
Y A DIOS DA GLORIA, Y A DIOS DA GLORIA.

Escuadrón de Oblatos te sigue
en servicio de la santa Iglesia,
sacrificas por ellos tu vida,
por amor te entregas a Dios.

OH MARELLO MANSO, HUMILDE, GLORIA A TI.
QUE TOMASTE A SAN JOSÉ POR GRAN MODELO.
EXULTANTE CANTA EL PUEBLO TU VICTORIA
Y A DIOS DA GLORIA, Y A DIOS DA GLORIA.



Tomado del Libro: Manual de Oraciones

Congregación Oblatos de San José