domingo, 7 de abril de 2024

MEDITACIONES DIARIAS DE SAN JOSÉ - MES DE FEBRERO



Febrero 1

Glorioso patriarca san José, tu fe, probada constantemente en tus siete dolores que considera la Iglesia, jamás titubeó, como María al pie de la cruz. Auméntanos así la fe a todos en las constantes pruebas de la vida.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 2

Que la virtud de la esperanza de la que tú fuiste modelo incansable, inunde nuestra vida para estar bien seguros como tú del premio eterno.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 3

San José, que tu caridad aumentada con la presencia de la que es Madre y esposa Inmaculada, que llegó ciertamente a la perfección del amor, nos haga aunque no sea más que semejantes a ti.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 4

El Padre celestial no encontró sobre la tierra nadie mejor que tú. San José, danos el poder de imitarte en la virtud de ser fieles a la Palabra.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 5

El santo Evangelio llama a san José hombre justo por excelencia, porque tuvo toda la justicia para con Dios y para con los hombres. A Dios lo amó más que a los serafines, y a los hombres más que a sí mismo. Ayúdanos san José a imitarte en tu excelencia.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 6

Nadie tuvo más fortaleza que tú para cuidar y defender al Niño y a su Madre por los peligrosos caminos hacia Belén, hacia el establo, y hacia el destierro a Egipto; ellos se sintieron seguros a tu lado. Bríndanos la gracia de vivir seguros bajo tu protección.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 8

La sabiduría del Espíritu Santo te guió en todo momento para que, gustando de las cosas de Dios, más fácilmente pudieras comunicarla a nosotros. Haz que podamos siempre participar y gustar de los bienes de Dios.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 9

Nadie como tú conoció y sobre todo meditó con eficacia el don de entendimiento que te otorgó el Espíritu Santo. Don que como ningún mortal tenías en tu alma y que comunicabas en tu modo de ser, de hablar y de obrar; te pedimos también ese don para nosotros.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 10 

Glorioso patriarca San José, danos la gracia y la cordura divina, que en toda tu vida te distinguió, para no equivocarnos en el camino de la salvación eterna.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 11

Ayúdanos san José, concediéndonos el don de la fortaleza, a vencer las tentaciones del mundo y del demonio para llegar a la gloria del cielo, y poder estar a tu lado con Jesús y María.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 12

La única ciencia necesaria es saberse salvar, porque como dice santa Teresa de Jesús: Al fin el que se salva sabe, y el que no se salva no sabe nada. Tú, glorioso san José, que conociste bien la laboriosa vida, concédenos de Jesús y María esta maravillosa ciencia de salvarnos por el trabajo digno.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 13

Si amamos a Dios con todo nuestro corazón de hijos nos haremos verdaderos herederos del cielo eterno. San José, danos a todos un alma llena del don de la piedad para que amando como Tú a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos logremos al fin esa misma gloria.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 14

Dios es nuestro Padre y nuestro juez al que debemos amar no por el premio o el castigo sino por ser Él, quien es digno de ser amado y servido eternamente. Oh san José, concédenos el don del santo temor que nos hace amar y temer a Dios sobre todas las cosas, y evitar siempre todo pecado.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 15

San José, tú que estás colmado de los dones del Espíritu Santo, dígnate derramarlos sobre nuestras pobres almas, deseosas de los mismos, para que después de haber vivido piadosamente como tú, alcancemos la vida eterna.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 16

Glorioso patriarca san José, haz que manifestado siempre tu poder, tu amor y tu gloria sobre todo en los ruegos y necesidades de tus devotos, como nos anima santa Teresa: ‘Recuerdo haber acudido a san José y haber obtenido siempre lo que necesitaba.’ Concede a todas las familias cristianas lo necesario para la vida natural, para que así estén más dispuestas para la vida sobrenatural.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 17

Oh san José, líbranos de los males físicos y espirituales que nos rodean, e ilumina a aquellas personas que no buscan ni la paz, ni la justicia, ni el bien, para que podamos cumplir mejor el mandato de Jesús de amarnos los unos a los otros.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 18

San José, patrono de los moribundos, nos confiamos a ti que has muerto dulcemente en los brazos de Jesús y de María para que nos asistas en nuestra última agonía antes de presentarnos al Padre de la misericordia, de modo que purificados totalmente seamos más dignos de estar contigo en la gloria eterna.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 19

A ti acudimos en nuestras tribulaciones, y después de haber implorado el auxilio de tu santa Esposa, solicitamos también confiadamente tu amparo y protección. Por el afecto que te unió a la Virgen María Madre de Dios, y por el amor paternal que tuviste al niño Jesús, te suplicamos humildemente que nos socorras con tu poder en nuestras necesidades.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 20

Protege prudente custodio de la Sagrada Familia, la descendencia escogida de Jesucristo y apártanos Padre de todo error y corrupción. Asístenos propicio desde el cielo, poderoso protector nuestro, en la lucha diaria contra el mal.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 21

Del mismo modo que en otros tiempos libraste del peligro de la muerte al niño Jesús, defiende también a la santa Iglesia de toda adversidad, y protege a cada uno de nosotros para que siguiendo tu ejemplo y sostenidos por tu auxilio podamos vivir santamente y obtener la vida eterna.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 22

Ante la gran escasez de operarios a la mies, suscita corazones generosos de sacerdotes y consagrados para que prediquen a los hombres la palabra de Dios, y les comuniquen la gracia divina guiándolos como auténticos pastores por los caminos de la vida eterna.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 23

Dice el Concilio Vaticano II que la familia es el primer “seminario”, pues una familia animada con espíritu de fe, caridad y piedad, ayuda a fomentar las vocaciones sacerdotales y religiosas. Bendice san José con este espíritu a todas las familias cristianas para que se susciten nuevas vocaciones.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 24

San José, pastor universal de la Iglesia, solicita a tu inmaculada esposa que envíe almas ardientes de jóvenes decididos a ser seguidores y ministros del que se dio del todo por nosotros.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 25

San José, tú que eres el padre adoptivo del dueño de la mies, danos jóvenes partícipes de esa redención que se renueva en cada misa. Descúbreles el nuevo horizonte del mundo entero donde está la silenciosa súplica de otros hermanos que piden constantemente la luz de la verdad y el calor del verdadero amor.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 26

San José, haz que sean muchos los que respondan al llamado de Dios para prolongar en la tierra la misión de Jesús, siendo sal de la tierra y luz del mundo.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 27

Amado San José, infunde el ansia de perfección evangélica y de entrega al servicio de Dios y a los hermanos necesitados de asistencia y caridad; a los jóvenes, tanto a ellos, para que llenos del espíritu de Dios, se renueve la faz de la tierra.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Febrero 28

Glorioso patriarca, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, ya que perseverando en estas virtudes que nos unen a Dios, nacerán las verdaderas vocaciones consagradas al servicio de Dios y los hermanos.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)

 

MEDITACIONES DIARIAS DE SAN JOSÉ - MES DE ENERO



 365 DÍAS CON SAN JOSÉ

MES DE ENERO

REFLEXION

San José, hombre justo y modelo de virtudes, es el Patrono Universal de la santa Iglesia, y por lo tanto de todos nosotros. Es el santo que tuvo en la tierra la misión más grande y noble: proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.

Un año antes del Concilio Vaticano I, inaugurado el 8 de diciembre de 1869, el Papa Pío IX indicó haber recibido más de 500 cartas de los obispos y fieles del mundo pidiéndole proclamar a San José como Patrono de la Iglesia.

Dentro de los que firmaron dichas cartas se encontraban 38 cardenales, 218 patriarcas, primados, arzobispos y obispos de todas partes del mundo.

Uno de los últimos cardenales en dar la petición fue Mons. Joaquín Pecci, el futuro Papa León XIII, quien también escribiría la primera encíclica pontificia sobre este santo.

Fue el 8 de diciembre de 1870 cuando el Papa Pío IX proclamó a San José Patrono de la Iglesia universal.

La proclamación coincidió con la Solemnidad de la Inmaculada Concepción y se dio en tres Misas celebradas al mismo tiempo en tres basílicas papales: San Pedro, Santa María la Mayor y San Juan de Letrán.

Los motivos para esta decisión fueron 2 muy sencillas:

Porque fue elegido por Dios como protector.

Porque, así como protegió al Niño Jesús y a la Virgen, también está llamado a proteger a la Iglesia.

El 7 de julio de 1871, el Papa Pío IX escribió el Breve Inclytum Patriarcham donde indicó:

“El ilustre Patriarca, el bienaventurado José, fue escogido por Dios prefiriéndolo a cualquier otro santo para que fuera en la tierra el castísimo y verdadero esposo de la Inmaculada Virgen María, y el padre putativo de Su Hijo único.

Con el fin de permitir a José que cumpliera a la perfección un encargo tan sublime, Dios lo colmó de favores absolutamente singulares, y los multiplicó abundantemente.

Por eso, es justo que la Iglesia Católica, ahora que José está coronado de gloria y de honor en el cielo, lo rodee de magníficas manifestaciones de culto, y que lo venere con una íntima y afectuosa devoción”



Enero 1

Glorioso patriarca san José, esposo de María Virgen: Dios ha querido que los fieles te veneren como protector universal de la santa Iglesia; te rogamos que muestres tu poder y gloria concediéndonos lo que necesitamos para vivir como buenos hijos de Dios.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 2

Por tu poder y tu amor glorioso san José, ten compasión de nosotros y líbranos de tantos males que nos aquejan en este mundo ya desde nuestro nacimiento.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 3

San José, ayúdanos a que reine en las familias el espíritu religioso de nuestros mayores.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 4

Glorioso patriarca bendice a las mujeres cristianas como lo hiciste con María Virgen, para que ellas puedan acompañar y estar dedicadas enteramente a la buena formación en la fe de sus hijos.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)



Enero 5

San José, padre de Jesús, te pedimos que los niños y jóvenes sean iluminados por tu amor de Padre, para que ellos puedan resistir las tentaciones que el mundo les ofrece.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 6

San José, aparta de nosotros toda clase de epidemias o enfermedades peligrosas para que podamos entender mejor las cosas de Dios, y proteger a todos nuestros hermanos necesitados.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 7

Laborioso san José, que no falten en nuestros campos manos fuertes que trabajen, y que con benéficas lluvias den los mejores frutos, para que así todos tengamos el alimento suficiente para vivir.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 8

Tutor y guía de Jesús y María, convierte con tu poder de intercesión a los pecadores para que atraigan sobre la tierra santas bendiciones.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 9

Escucha, padre adoptivo de Jesús, el clamor de toda la Iglesia que está bajo tu patrocinio, y te pide denodadamente envíes operarios a la mies, porque necesitamos de su oración y testimonio.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 10

Glorioso patriarca san José, por tus grandes dolores, gozos y alegrías, tan parecidos a los de María, alegra el cielo y santifícanos, sacando de nuestro corazón el pecado, causa de todos los males.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 11

Por tus dolores, gozos y alegrías, consuela a los afligidos y fortalece a los tentados otorgándoles la perseverancia en el bien hasta el fin.

Amén

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 12

Puesto que tienes al Niño Dios en tus brazos, ilumina y protege a los que gobiernan las naciones para que colaboren para tener un mundo mejor.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 13

Haz que los que se llaman cristianos, lo sean de verdad, no solo de palabra, sino también y sobree todo, por sus obras, única prenda y garantía de la verdadera paz.

Amén

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 14

Glorioso patriarca san José, acrecienta en todos nosotros la devoción a tu santísima e inmaculada esposa, a fin de que reine en toda la tierra su Inmaculado Corazón.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 15

Postrados humildemente a tus pies, glorioso san José, a pesar de nuestra indignidad, queremos elegirte como nuestro abogado y protector, tú que estás cerca de Jesús y de María, ayúdanos a amar y servir a Dios con fidelidad y abrir nuestro corazón a los hermanos más necesitados.


Enero 16

Dígnate, glorioso patriarca, recibir y afirmar nuestros propósitos que ahora hacemos en tu presencia, de ser fieles devotos tuyos para que seamos como Jesús y María lo fueron.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)

Enero 17

Ayúdanos a rechazar el pecado, y danos la gracia de vivir y morir en tus brazos, con una fe viva, una esperanza cierta y una caridad a toda prueba, asistidos por tu protección en vida hasta el último instante.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 18

Concédenos que tengamos el dulce consuelo en la hora de la muerte, de ser conducidos a la morada feliz y gloriosa donde Jesús, María y los Ángeles nos están esperando.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 19

Señor y Dios padre todopoderoso, fuente de toda santidad, que otorgaste a san José un poder inmenso de intercesión ante Ti, ayúdanos a cumplir lo que la Escritura nos enseña: ser santos como el Señor es santo.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 20

Señor Jesús, probado en todo exactamente en todo, menos en el pecado, por intercesión de san José, compadécete de nuestras debilidades.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 21

Jesús mío, que a todos nos llamas sin excepción a la perfección del amor, danos a imitación de san José, progresar sin detenernos por el camino de la santidad.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 22

Jesús, redentor nuestro: Tú quieres que todos seamos sal de la tierra y luz del mundo, ilumina nuestras vidas don la luz de los ejemplos que nos das en san José.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 23

Señor Jesús que viniste al mundo no para que te sirvieran sino para servirnos a nosotros dándonos tu Cuerpo y tu Sangre en una cruz; por intercesión de san José, danos a todos el espíritu de servicio para con nuestros hermanos.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 24

Dulcísimo Jesús, verdadero reflejo de la gloria del Padre celestial, por intercesión del patriarca san José, que un día no muy lejano podamos contemplar tu propia gloria.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 25

Dios todopoderoso que al premiar a los santos nos ofreces una prueba de tu gran amor hacia los hombres, te pedimos que por la intercesión y el ejemplo de san José nos sirva de ayuda para seguir fielmente a Jesucristo nuestro Señor.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 26

Glorioso san José, que tu espíritu interior de paz, de silencio, de trabajo honrado y de oración al servicio de la Iglesia, nos vivifique, alegre y conforte siempre.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 27

San José, en unión con tu esposa, nuestra Madre, la dulcísima e Inmaculada Virgen María, establécenos firmemente en el amor fuerte y suave de Jesús, rey glorioso e inmortal de los siglos.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 28

Dios Padre misericordioso que ves en lo secreto y conoces nuestras necesidades, te pedimos por intercesión de san José que nos des fuerzas y luz para conocer y arrepentirnos de nuestros pecados, que nos impiden el camino de la santidad.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 29

San José, tú que has sido el administrador de la Sagrada Familia, sabías perfectamente que el Padre Dios que alimenta a los pájaros del cielo y viste con esplendor a los lirios del campo, jamás te dejaría faltar lo necesario para Jesús y María. Concede a todas las familias lo necesario y abundante para vivir dignamente como personas e hijos de Dios.

Amén.


(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 30

Oh Dios que concediste al glorioso patriarca san José valor para tutelar a María y a su Hijo Jesús, de modo que nunca les faltara lo necesario, por su intercesión haz que nunca cesemos de trabajar generosamente por nuestros hermanos necesitados.

Así sea.

(P. Florentín Brusa, cmf)


Enero 31

Dios Padre todopoderoso que has resucitado a Cristo de entre los muertos y vivificarás algún día a nuestros cuerpos mortales, por intercesión de san José haznos vivir siempre esa vida nueva como Jesús y María lo supieron hacer.

Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)


domingo, 3 de marzo de 2024

NOVENA EN HONOR A SAN JOSÉ - DEL 10 AL 18 DE MARZO

  

Esposo de María y Patrono de la Iglesia universal






Primer Día de la Novena a San José

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, libranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús así como consolaste a tu padre amado en las perplejidades e incertidumbres que tuvo, dudando si abandonar a tu Santísima Madre su esposa, así te suplicamos humildemente por intercesión de San José nos concedas mucha prudencia y acierto en todos los casos dudosos y angustias de nuestra vida, para que siempre acertemos con tu santísima voluntad.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.




Segundo Día de la Novena a San José
Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, libranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu padre amado en la pobreza y desamparo de Belén, con tu nacimiento, y con los cánticos de los Angeles y visitas de los pastores, así también te suplicamos humildemente por intercesión de San José, que nos concedas llevar con paciencia nuestra pobreza y desamparo en esta vida, y que alegres nuestro espíritu con tu presencia y tu gracia, y la esperanza de la gloria.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.




Tercer Día de la Novena a San José

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu amado padre en el doloroso misterio de la Circuncisión, recibiendo de él el dulce nombre de Jesús, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, nos concedas pronunciar siempre con amor y respeto tu santísimo nombre, llevarlo en el corazón, honrarlo en la vida, y profesar con obras y palabras que tú fuiste nuestro Salvador y Jesús.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.





Cuarto Día de la Novena a San José

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu padre amado de la pena que le causó la profecía de Simeón, mostrándole el innumerable coro de los Santos, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José que nos concedas la gracia de ser de aquellos para quienes tu sirves, no de ruina, sino de resurrección, y que correspondamos fielmente a tu gracia para que vayamos a tu gloria.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.




Quinto Día de la Novena a San José

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, libranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús, así como tu amado padre te condujo de Belén a Egipto para librarte del tirano Herodes, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que nos libres de los que quieren dañar nuestras almas o nuestros cuerpos, nos des fortaleza y salvación en nuestras persecuciones, y en medio del destierro de esta vida nos protejas hasta que volemos a la patria.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.




Sexto Día de la Novena a San José

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, libranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús así como tu padre amado te sustentó en Nazaret, y en cambio tú le premiaste en tu santísima compañía tantos años, con tu doctrina y tu dulce conversación, así te rogamos humildemente, por intercesión de San José nos concedas el sustento espiritual de tu gracia, y de tu santa comunión, y que vivamos santa y modestamente, como tú en Nazaret.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.





Séptimo Día de la Novena a San José

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, libranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús, así como por seguir la voluntad de tu padre celestial permitiste que tu amado padre en la tierra padeciese el vehementísimo dolor de perderte por tres días, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que antes queramos perder todas las cosas y disgustar a cualquier amigo, que dejar de hacer tu voluntad; que jamás te perdamos a ti por el pecado mortal, o que si por desgracia te perdiésemos te hallemos mediante una buena confesión.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.




Octavo Día de la Novena a San José

Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, libranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús, que en la hora de su muerte consolaste a tu glorioso padre, asistiendo juntamente con tu Madre su esposa a su última agonía, te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que nos concedas una muerte semejante a la suya asistido de tu bondad, de tu Santísima Madre y del mismo glorioso Patriarca protector de los moribundos, pronunciando al morir vuestros santísimos nombres, Jesús, María y José.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.






Noveno Día de la Novena a San José




Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, libranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

Oración del día correspondiente

Oh benignísimo Jesús, así como has elegido por medio de tu Vicario en la tierra a tu amado padre para protector de tu Santa Iglesia Católica, así te suplicamos humildemente por intercesión de San José, nos concedas el que seamos verdaderos y sinceros católicos, que profesemos sin error la fe católica, que vivamos sin miedo una vida digna de la fe que profesamos, y que jamás puedan los enemigos ni aterrarnos con persecuciones, ni con engaños seducirnos y apartamos de la única y verdadera religión que es la Católica.

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración final

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.