martes, 19 de octubre de 2021

MISA PRESENCIAL Y VIRTUAL POR EL DESCANSO ETERNO DE +P. MARCOS TRUJILLO REAÑO OSJ, EL DOMINGO 10 DE OCTUBRE - 10.00 A.M.


Unidos en oración por el eterno descanso de Padre Marcos Trujillo Reaño OSJ.
Gracias al padre superior general de la congregación de los Oblatos de San José, Gracias al Superior de nuestra provincia al P. Sunil, a nuestro vicario provincial al P. Teófilo, así mismo al P. Manuel Manrique, P. Mercado, P. Michael, P. Jesús Anaya y Padre Jesús Navarro.
Muchas gracias por acompañarnos a cada uno de ustedes.

Se realizó en el Seminario San José Marello, Santa Eulalia















































viernes, 10 de septiembre de 2021

HORARIOS DE LAS MISAS VIRTUALES Y PRESENCIALES - CINCO MESES DE FALLECIDO, PADRE MARCOS TRUJILLO REAÑO OSJ


HORARIOS DE LAS MISAS VIRTUALES Y PRESENCIALES,
CINCO MESES DE FALLECIDO - PADRE MARDCOS TEÓFILO TRUJILLO REAÑO OSJ

En nombre del grupo "Amigos de Jesucristo", hacemos extensiva la invitación a la Santa Misa por el eterno descanso de ✝️ Padre Marcos Teófilo Trujillo Reaño OSJ, al conmemorar el quinto mes de su partida a la casa de Dios.




Día: Miércoles 15 de Septiembre
Hora: 7:30 a.m.

https://www.facebook.com/SantuarioSanJoseElJusto/

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Miércoles 15 de septiembre - 12:00 a.m.

https://www.facebook.com/seminario.sanjosemarello

https://www.facebook.com/photo?fbid=4500719259991137&set=a.144681542261619

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Miércoles 15 de septiembre
07:00 p.m.

https://www.facebook.com/Parroquia-Nuestra-Se%C3%B1ora-del-Sagrado-Coraz%C3%B3n-de-Jes%C3%BAs-400856716944033/


 

martes, 31 de agosto de 2021

LA SANTIDAD NO PASA DE MODA MIENTRAS EL HOMBRE NECESITA DE DIOS



LA SANTIDAD NO PASA DE MODA MIENTRAS EL HOMBRE NECESITA DE DIOS


La santidad es el camino de amor pleno a Dios y al prójimo en cada época, cultura y civilización. San José Marello vivió su propia santidad en su pueblo y en su cultura. La vida de éste santo se caracterizó por la fidelidad y la lealtad al compromiso asumido, llevándolo hasta las últimas consecuencias, incluso a costa de la propia vida. Cuando se trataba de cumplir su deber no le impedía ni la misma enfermedad, estaba dispuesto a morir en la misión: "se va a Savona, y si muero, moriré cumpliendo la voluntad de Dios". En efecto, allí ofrendó la vida un 30 de mayo de 1895.

San José Marello es declarado como ejemplo de vida santa para los cristianos de todo el mundo por el Papa Santo Juan Pablo II, en el año 2001. La vida y pensamiento de San José Marello sigue vigente en la vida de los Oblatos de San José, y de muchos católicos que lo conocen y se esfuerzan por practicar las virtudes que vivió este Santo. Una de las grandes virtudes que le caracterizó fue la humildad y sencillez de vida, pues supo confiar plenamente en la gracias y poder de Dios: "Todo para la gloria de Dios, ¡Bendito!". Además, fue un hombre de fe, amor y esperanza, porque, nunca dejó de creer, ni hacer el bien, ni esperar con alegría, pues era un hombre muy paciente y comprensivo. En cierta manera, la fuerza y la energía que salía de su interior era porque vivía en oración constante en el silencio de su propia conciencia, es decir, como buen primer Oblato de la historia supo vivir la presencia de Dios como virtud. No fue un Santo espectacular ni milagrero, sino, siempre pasó muy desapercibido y escondido en el corazón de Jesús, manso y humilde, pero muy eficaz y eficiente en el buen obrar del cada día de la vida. Es decir, San José Marello se dejó guiar por el Espíritu Santo, ya sea como creyente, Sacerdote, Fundador y Obispo. En este sentido, su inteligencia y ciencia era fruto de su comunión íntima con Dios; su fortaleza y sabiduría manaban de su apertura a la palabra de Dios, meditada y contemplada; su piedad y temor de Dios fluían de su encuentro permanente con Jesús en cada Eucaristía celebrada con fervor y devoción; las palabras de consejo para el bien de los fieles era consecuencia de vivir con gozo la oración asidua y profunda de corazón, que diariamente se complacía en la docilidad a la gracia divina.

En efecto, la santidad de San José Marello está caracterizada por la vida ordinaria llevada de modo extraordinario; supo hacer el bien sin vanidad ni aspaviento, sino en silencio, pues comprendió que toda obra buena viene de Dios , y el hombre es un simple colaborador y servidor. Simplemente, San José Marello nos dice que la santidad no ha pasado de moda, sigue vigente hoy, como reto de perfección para cualquier estado de vida de cada persona. Hoy, nos corresponde ser los santos del siglo XXI, Marello vivió lo suyo, ahora te toca a ti. Con razón, desde muy joven su lema fue: "Cuando la meta esta fija, aunque el mundo se caiga, hay que mirar siempre allá", para ello contaba con una "fe inquebrantable" y "una voluntad firme" con un carácter fuerte. Es decir, la santidad de San José Marello es una santidad de virtud, y, no fruto de la ciencia infusa ni de un iluminado, él luchó cada día para corresponder a la gracias divina. La respuesta es tuya en este tiempo para vivir santamente.(Marcos) 

+ Marcos Trujillo Reaño

25 de noviembre de 2019

domingo, 30 de mayo de 2021

UNA VIDA AL SERVICIO DE LA IGLESIA CRISTIANA Y CATÓLICA - FIESTA DE SAN JOSÉ MARELLO



SAN JOSÉ MARELLO
UNA VIDA AL SERVICIO DE LA IGLESIA CRISTIANA Y CATÓLICA


La vida de San José Marello estuvo marcada por el servicio generoso a la Iglesia cristiana, evangélica, pentecostal y católica, es decir, a la misma Iglesia fundada por Jesucristo bajo el cimiento de los apóstoles, cuya cabeza visible es el Papa.

Servir a la Iglesia es asumir la propia vida con libertad y responsabilidad, cumpliendo la voluntad de Dios con mucha humildad y simplicidad, sencillez y rectitud de intención. En efecto, toda la vida de San José Marello tuvo la huella de Dios, desde muy temprana edad descubrió su vocación de servicio a Dios en la Iglesia, cuyas características esenciales de la Iglesia están marcadas por su propio origen y desarrollo, por lo mismo, San José Marello, como miembro vivo de esta Iglesia, se sacrificó plenamente a lo largo de toda su corta vida (51); su servicio a la Iglesia nacida y manifestada al mundo en Pentecostés, su entrega y apertura de cuerpo y alma al Espíritu Santo; así mismo, respondió al llamado de Dios al Cristo del Nuevo Testamento, es decir, a Jesucristo descrito en los 4 Evangelios (Marcos, Mateo, Lucas y Juan); siempre tuvo un corazón y una mente abierta, universal, porque, asumió el espíritu católico; en realidad, San José Marello fue un gran discípulo del Señor desde el bautismo, un cristiano íntegro y honesto, pues, su máximo anhelo fue ser un gran cristiano.

Por eso, San Juan Pablo II lo proclamó Santo a José Marello, obispo de Acqui (Italia), fundador de la Congregación de los Oblatos de San José. En este sentido, el Santo Marello es un ejemplo a imitar en el seguimiento total a Cristo y la fidelidad a la Iglesia de Cristo.
Actualmente, los cristianos que viven según el carisma josefino/marelliano están en los cinco continentes de la tierra, siempre con el deseo de hacer el bien en silencio, haciendo las cosas ordinarias de modo extraordinario. En cada verdadero oblato (laico o consagrado) está presente el espíritu de San José Marello.

¡VIVA LA FIESTA DEL MARELLO! 

+ P. Marcos Trujillo Reaño
(Marcos)
29/05/2018
 

HOY CELEBRAMOS LA FIESTA DE SAN JOSÉ MARELLO, FUNDADOR DE LOS OBLATOS DE SAN JOSÉ, 30 DE MAYO


José Marello, Santo

Obispo y fundador, 30 de mayo

Por: Vatican.va | Fuente: Vatican.va

Imagen: Seminario Mayor "Casa de San José" - Huachipa



Obispo y Fundador

Martirologio Romano: En Savona, en Italia, tránsito de san José Marello, obispo de Acqui, en la región del Piamonte, que fundó la Congregación de Oblatos de San José, dedicada a la formación moral y cristiana de la juventud (†: 1895).


Fecha de beatificación. 26 de septiembre de 1993 por S.S. Juan Pablo II

Fecha de canonización: 25 de noviembre de 2001 por S.S. Juan Pablo II


Breve Biografía

José Marello, nacido en Turín el 26 de diciembre de 1844, pasó su infancia en S. Martino Alfieri, cerca de Asti.

Su devoción a la Virgen María fue determinante en su opción y fidelidad a la vocación.

Entró en el seminario de Asti y se trasformó en el animador de sus compañeros en los propósitos de bien y de santidad. Con algunos de ellos se unió con un vínculo de profunda amistad, llevándolos a establecer una regla de vida muy exigente y a vivirla juntos, como preparación para la ordenación y para el ministerio presbiteral.

Ordenado sacerdote el 19 de septiembre de 1868, José Marello ejerció su servicio sacerdotal en la diócesis de Asti, primero como secretario del Obispo y luego atendiendo las actividades de la Curia. Se dedicó con celo a las confesiones, a la dirección espiritual y a la catequesis. Asumió con especial interés la formación moral y religiosa de la juventud; para los jóvenes obreros organizó cursos vespertinos de catecismo. Siempre estaba dispuesto a ayudar al clero de la diócesis en su ministerio pastoral. Se manifestó sensible hacia los ancianos, haciéndose cargo una Casa de reposo, que no tenía medios para asistir a los internados.

Trabajó en comprometer al laicado a través de varias iniciativas católicas que iban surgiendo para sostener la persona y la acción del Papa en momentos difíciles para la Iglesia.

Al mismo tiempo, sentía un profundo deseo de dedicarse totalmente a Dios en la Trapa. Su obispo, Mons. Savio, lo disuadió diciéndole que el Señor esperaba otra cosa de él. Quiso trasmitir esta aspiración de dedicarse totalmente al Señor proyectando una nueva Familia religiosa, que hiciera revivir en la ciudad de Asti la vida religiosa masculina, sofocada por las leyes subversivas de aquel tiempo.

El 14 de marzo de 1878 fundó la Congregación de los Oblatos de San José, proponiéndoles como modelo a San José en su relación íntima con el Hijo de Dios y en el cuidar los designios de Jesús . A sus Oblatos, Sacerdotes y Hermanos, encomendó de modo particular la difusión del culto a San José, la formación de la juventud y la ayuda ministerial a las Iglesias locales.

Durante el Concilio Vaticano I, el Cardenal Joaquín Pecci tuvo ocasión de apreciar las dotes y virtudes del joven sacerdote José Marello, que acompañaba a su Obispo como secretario. Elegido Papa el Cardenal Joaquín Pecci, con el nombre de León XIII, lo nombró Obispo de Acqui, convencido de haber dado a esta Diócesis una "perla" de Obispo.

Habiendo tomado posesión de la diócesis, el nuevo Obispo José Marello se hizo presente en todas las parroquias con las visitas pastorales. Se mostró cercano a todos, preocupándose en unir los corazones entre el clero y los fieles.

En su actividad pastoral promovió el catecismo, la educación cristiana de la juventud, las misiones, el testimonio cristiano.

Murió el 30 de mayo de 1895 en Savona, donde había ido, no obstante sus precarias condiciones de salud, para tomar parte en las celebraciones del tercer centenario de San Felipe Neri.

Manteniéndose después de su muerte la fama de su santidad, testimoniada con numerosas gracias obtenidas, se iniciaron los procesos informativos. El 28 de mayo de 1948 se introdujo la Causa de Beatificación y el 12 de junio de 1978, en presencia del Papa Pablo VI, se leyó el decreto sobre la heroicidad de sus virtudes. Juan Pablo II lo proclamó Beato en Asti el 26 de septiembre de 1993, presentándolo a los Pastores del Pueblo de Dios, a sus Oblatos y a los fieles, como ejemplo y modelo de caridad hacia todos, y de incansable y silenciosa labor en favor de los jóvenes y de los marginados.

Con un decreto solemne del 18 de diciembre del 2000, el Santo Padre Juan Pablo II declaró que "ha sido probado el milagro obrado por Dios por la intercesión del Beato José Marello, Obispo de Acqui, Fundador de la Congregación de los Oblatos de San José: es decir, la curación improvisa, completa y duradera de los niños Alfredo e Isila Chávez León, sanados ambos simultáneamente de broncopulmonía con fiebre alta, disnea y cianosis en pacientes con desnutrición crónica".

Después del reconocimiento de este milagro el 13 de marzo del 2001, en el Consistorio ordinario público para la Canonización de algunos Beatos, Juan Pablo II pronunció con solemnidad su decisión: "Por la autoridad de Dios Omnipotente, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y Nuestra, decretamos que... el Beato José Marello... sea inscrito en el Libro de los Santos el día 25 de noviembre del 2001".