viernes, 23 de noviembre de 2018

FRENTE AL SEMÁFORO: ANÉCDOTAS Y VIDA DE SAN JOSÉ MARELLO - SEMÁFORO 12



FRENTE AL SEMÁFORO
Semáforo 12
UN VERDADERO ASISTENTE  



“Lo sabemos por la fe que todo es providencial en este mundo: y esta es la fe que vence al mundo” (San José Marello)   



Durante los estudios de teología José se ganó siempre la mejor estima de los superiores, quienes se la mostraron con claridad haciéndolo auxiliar de disciplina de los clérigos.   Hay que notar que si el cargo valía mucho como señor de estima, rompía también la comunión de amistad que tenía con sus compañeros. 
Es efecto, psicológicamente un asistente es un superior que debe controlar e informar. Casi siempre el cargo de asistente corta la confianza entre amigos.   José se quejó con frecuencia de esa dificultad, especialmente en sus cartas durante las vacaciones. Debe haber sido para él una corona de espinas, porque el tener siempre una atracción particular hacia la amistad. La amistad era como el sol en la vida.   

Pero acepto también esta obediencia y se esforzó en no ser el acostumbrado agente del orden, listo para sancionar; más bien, ser un guía con su ejemplo, un amigo y ayuda en toda ocasión.   Tenía siempre éxito en sus estudios y por eso pidió dar un valido apoyo a los de menos recursos intelectuales. 

También en el campo económico ofrecía su a ayuda. Naturalmente necesitaba  la ayuda de la billetera de papá. Exactamente lo que lamentaba el papa, cada vez que venía a visitarlo:  

- José, ¡tú siempre me vacías los bolsillos! Era una queja que no salía del corazón.  Y José se defendía diciendo: 

- Papa, ¡sabes que soy asistente! Ya desde joven tenía el sentido de la autoridad como servicio. sabía que a los jóvenes hay que amarlos mucho.     

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