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viernes, 10 de septiembre de 2021
HORARIOS DE LAS MISAS VIRTUALES Y PRESENCIALES - CINCO MESES DE FALLECIDO, PADRE MARCOS TRUJILLO REAÑO OSJ
martes, 31 de agosto de 2021
LA SANTIDAD NO PASA DE MODA MIENTRAS EL HOMBRE NECESITA DE DIOS
LA SANTIDAD NO PASA DE MODA MIENTRAS EL HOMBRE NECESITA DE DIOS
La santidad es el camino de amor pleno a Dios y al prójimo en cada época, cultura y civilización. San José Marello vivió su propia santidad en su pueblo y en su cultura. La vida de éste santo se caracterizó por la fidelidad y la lealtad al compromiso asumido, llevándolo hasta las últimas consecuencias, incluso a costa de la propia vida. Cuando se trataba de cumplir su deber no le impedía ni la misma enfermedad, estaba dispuesto a morir en la misión: "se va a Savona, y si muero, moriré cumpliendo la voluntad de Dios". En efecto, allí ofrendó la vida un 30 de mayo de 1895.
San José Marello es declarado como ejemplo de vida santa para los cristianos de todo el mundo por el Papa Santo Juan Pablo II, en el año 2001. La vida y pensamiento de San José Marello sigue vigente en la vida de los Oblatos de San José, y de muchos católicos que lo conocen y se esfuerzan por practicar las virtudes que vivió este Santo. Una de las grandes virtudes que le caracterizó fue la humildad y sencillez de vida, pues supo confiar plenamente en la gracias y poder de Dios: "Todo para la gloria de Dios, ¡Bendito!". Además, fue un hombre de fe, amor y esperanza, porque, nunca dejó de creer, ni hacer el bien, ni esperar con alegría, pues era un hombre muy paciente y comprensivo. En cierta manera, la fuerza y la energía que salía de su interior era porque vivía en oración constante en el silencio de su propia conciencia, es decir, como buen primer Oblato de la historia supo vivir la presencia de Dios como virtud. No fue un Santo espectacular ni milagrero, sino, siempre pasó muy desapercibido y escondido en el corazón de Jesús, manso y humilde, pero muy eficaz y eficiente en el buen obrar del cada día de la vida. Es decir, San José Marello se dejó guiar por el Espíritu Santo, ya sea como creyente, Sacerdote, Fundador y Obispo. En este sentido, su inteligencia y ciencia era fruto de su comunión íntima con Dios; su fortaleza y sabiduría manaban de su apertura a la palabra de Dios, meditada y contemplada; su piedad y temor de Dios fluían de su encuentro permanente con Jesús en cada Eucaristía celebrada con fervor y devoción; las palabras de consejo para el bien de los fieles era consecuencia de vivir con gozo la oración asidua y profunda de corazón, que diariamente se complacía en la docilidad a la gracia divina.
En efecto, la santidad de San José Marello está caracterizada por la vida ordinaria llevada de modo extraordinario; supo hacer el bien sin vanidad ni aspaviento, sino en silencio, pues comprendió que toda obra buena viene de Dios , y el hombre es un simple colaborador y servidor. Simplemente, San José Marello nos dice que la santidad no ha pasado de moda, sigue vigente hoy, como reto de perfección para cualquier estado de vida de cada persona. Hoy, nos corresponde ser los santos del siglo XXI, Marello vivió lo suyo, ahora te toca a ti. Con razón, desde muy joven su lema fue: "Cuando la meta esta fija, aunque el mundo se caiga, hay que mirar siempre allá", para ello contaba con una "fe inquebrantable" y "una voluntad firme" con un carácter fuerte. Es decir, la santidad de San José Marello es una santidad de virtud, y, no fruto de la ciencia infusa ni de un iluminado, él luchó cada día para corresponder a la gracias divina. La respuesta es tuya en este tiempo para vivir santamente.(Marcos)
+ Marcos Trujillo Reaño
25 de noviembre de 2019
domingo, 30 de mayo de 2021
UNA VIDA AL SERVICIO DE LA IGLESIA CRISTIANA Y CATÓLICA - FIESTA DE SAN JOSÉ MARELLO
domingo, 16 de mayo de 2021
IMÁGENES DE LA MISA DE MES, PARROQUIA SAN CARLOS BORROMEO, CHIMBOTE, PERÚ - + P. MARCOS TRUJILLO REAÑO OSJ
PARROQUIA SAN CARLOS BORROMEO, CHIMBOTE - PERÚ
+ P. MARCOS TEÓFILO TRUJILLO REAÑO OSJ
MC: ASOCIACIÓN DE LOS SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA
MOVIMIENTO DICIOCESANO DE ORACIÓN "SAN PÍO DE PIETRELCINA"
15 DE MAYO DE 2021
❤Gracias Padre Marcos por tu amistad. Siempre te recordaremos.❤
FOTOS DE LA SANTA MISA DEL PRIMER MES DE FALLECIMIENTO DE + P. MARCOS TRUJILLO REAÑO OSJ - PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS - HUARAZ
1er Mes - MISA REALIZADA EN LA PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS - HUARAZ - PERÚ
Recuerdos de la Santa Misa del primer Mes, tus hijos espirituales recordamos con cariño Padre Marcos. Hoy reunidos como Amigos de Jesucristo.
Gracias a todos por acompañarnos 🙏
martes, 11 de mayo de 2021
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN TÍ CONFÍO
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN TI CONFÍO
¿Dios tiene corazón? Si crees en Dios como comunión de personas, entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, un solo Dios entres personas distintas e iguales eternamente, es posible que sí, pero ¿qué entiendes por corazón? Y ¿qué idea tienes de Jesús? Según tu fe y tu conocimiento la respuesta será muy certera o distante a la verdad. En efecto, normalmente nuestro lenguaje sobre Dios es muy limitado, ya que no se puede encerrar a Dios en el cerebro humano, menos en una idea o pensamiento, porque, Dios es tan cercano y tan lejano al hombre; tan cercano porque en Cristo se hizo hombre, asumiendo nuestra naturaleza humana, por tanto, vive en y con nosotros; tan lejano, en el sentido de que trasciende nuestra pequeñez humana, y su existencia abarca todo el universo infinito, es decir, que todo existe en él, por él y para él.
En este sentido, cuando hablamos del Sagrado Corazón de Jesús, nuestra mente y nuestro corazón se dirige a la persona de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Por tanto, Dios, sí, tiene corazón, en cuanto existe como persona, que sabe amar y sentir, es decir, el corazón entendido como la totalidad de la persona, no sólo ese músculo que bombea la sangre y donde, figuradamente, atribuimos aquellos sentimientos buenos y malos del hombre. Hablar del corazón de Jesús es contemplar las maravillas que él ha hecho en la tierra por todos y cada uno de los hombres de la tierra, es decir, Jesús nació, murió y resucito por amor a los seres humanos: “Tanto amo Dios al mundo, que entregó a su Hijo único por la Salvación de los hombres”. En efecto, Jesús, es el Salvador del mundo, el Emmanuel, Dios con nosotros; desde esta perspectiva comprendemos que Dios tiene un corazón divino y humano, capaz de amar a cada persona de modo distinto e igual, sin agotarse infinitamente. Grande e inmenso es el amor de Dios para contigo, pues su paciencia y su humildad supera todas las virtudes y valores de todos los hombres, juntos: “Venid a mi todos los que están cansados y agobiados, que Yo les aliviaré; pues mi yugo es llevadero y mi carga es ligera”. Por el amor que nos tiene, Jesús está dispuesto, libremente, a cargar todas las situaciones humanas, sin condición alguna. Es el amor incondicional por excelencia, el amor perfecto, inabarcable pero real en la experiencia profunda de los hombres de limpio corazón y buenos sentimientos. Por eso, nos dice: “sean mansos y compasivos de corazón, porque, Yo soy humilde y sencillo de corazón”. Mucho más todavía, “sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”.
Por consiguiente, hablar del Sagrado Corazón de Jesús es mirar al mismo Dios: “quien me ve a mi ve al Padre, quien me recibe a mi recibe al Padre; Yo y el Padre somos uno; nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquél a quién se lo quiera revelar con su santo Espíritu”. Por tanto, Dios tiene un corazón cargado de amor, porque, “Dios es Amor”, y es sagrado, porque, es simplemente Dios y sólo Dios: “Yos soy el que Soy”, Yahvé. Por eso los cristianos profesamos nuestra devoción y nuestra fe en el corazón sagrado de Jesús, el Señor.
Renovemos nuestro compromiso de vida cristiana con la imitación del corazón manso humilde de Jesús. Pongamos toda nuestra confianza y crezcamos en virtud y santidad para gloria nuestra y la de Dios; pues, “la gloria de Dios es el hombre viviente, y la gloria de éste, es la gloria de Dios” (S. Ireneo). En la medida que nuestra vida se amolde a la vida de Jesús, nuestra devoción a su Sacratísimo corazón será limpia y perfecta; aún más, en la medida que aceptemos la presencia de Cristo en la Eucaristía seremos capaces de prepararnos cada día para comulgar su sagrado Cuerpo y Sangre. En este sentido, el corazón de Jesús es la totalidad de la persona de Jesucristo, es decir es el Cristo Total, que se nos da gratuitamente, no sólo a los justos y buenos, sino también, con su misericordia infinita se abre al hombre pecador y malo. Dios te ama por encima de tu miseria y pecado, lo que cuenta para él es tu capacidad de arrepentimiento, tu capacidad de enmienda, tu propósito de no volver a cometer el mismo pecado: Dios es misericordioso en su Sagrado Corazón. Dios te ama más que nadie, y tú debes amarle sin cesar, incondicionalmente (Marcos). (22 de junio de 2017)
+ P. Marcos Trujillo Reaño OSJ
SAN JOSÉ MARELLO CON LOS PIES EN LA TIERRA
SAN JOSÉ MARELLO CON LOS PIES EN LA TIERRA
La vida humana es maravillosa en la medida que cada persona asuma su existencia con los pies en la tierra y el corazón en el cielo. Venimos de Dios a un mundo que necesita de nosotros, pero nuestro corazón anhela un pronto retorno al Dios de la vida. Mientras vivimos en este mundo debemos adornar nuestra existencia con valores y virtudes, sirviendo a los demás con mucha humildad y sencillez de espíritu.
San José Marello supo hacer de su vida una belleza real, teniendo un corazón grande para Dios, teniendo los pies ligeros para ir a servir, tendiendo las manos abiertas para ayudar al que lo necesita; su vida fue un constante abrirse a los demás, con bondad y mansedumbre. El mejor mérito de su existencia fue su perseverancia y su fidelidad a Dios y a su propia responsabilidad. Por eso, vivió con plena conciencia cada momento de su actuar, siempre con los pies en la tierra y el corazón puesto en Dios.
La santidad de San José Marello, no es una santidad de milagros extraordinarios, porque su propia vida era una milagro de Dios, su vida se convirtió en don para los demás; pues, cada acción y pensamiento suyo era una obra del Espíritu Santo, y él respondía desde su libertad para hacerlo visible ante su gente. Una de las mejores manifestaciones de la acción de Dios en su vida, era la amabilidad y el respeto con que trataba a la gente, siempre sonriente y sereno, siempre llano y atento a servir con generosidad y sinceridad; nunca buscó su propio beneficio, ni ventaja, pues sabía que su vida era un regalo de Dios para los demás.
En una sociedad utilitarista y oportunista, la vida de San José Marello, nos ofrece otra forma de vivir la vida con sentido y plenitud; es decir, se puede ser feliz sirviendo, dándose a los demás, saliendo del propio yo para ir al encuentro de un tú. La vida nos ofrece situaciones y personas para darle sentido a nuestra existencia; sólo saliendo de nuestra propia comodidad seremos capaces de mejorar la realidad, sino nos convertiremos en enfermos de nuestro propio vicio y pereza.
Vivir la vida con los pies en la tierra significa, vivir la vida con responsabilidad y libertad, es saber aceptar los retos de cada día, es asumir los deberes con alegría y cumplirlos con creatividad y sabiduría; en una palabra, es vivir la vida con esfuerzo, sacrificio y disciplina, sólo los que viven así aportan mucho al desarrollo de su patria y de su pueblo. Y San José Marello fue un gran aporte para su sociedad, era un punto de referencia para los niños y jóvenes de su tiempo, era un hombre de corazón gigante para con los ancianos y enfermos. Por eso, en la actualidad su vida sigue siendo un punto de referencia para llegar a Dios, y servir mejor a la sociedad. En este sentido, la santidad es vivir la vida cotidiana cumpliendo el propio deber, es crear deberes antes que derechos, porque estos últimos, deben ser consecuencia del cumplimiento del propio deber. Nuestra sociedad necesita gente con los pies en la tierra y el corazón anclado en Dios, como vivió San José Marello en Italia. (Marcos)
(25 de mayo de 2017)
+ P. Marcos Trujillo Reaño OSJ
domingo, 18 de abril de 2021
LAS OBRAS BUENAS NOS ACERCAN AL CIELO
LAS OBRAS BUENAS NOS ACERCAN AL CIELO
Cada acción buena nos lleva al cielo, por eso, vivir haciendo el bien es la mejor forma de aprovechar la vida. Las obras buenas son los caminos que nos llevan directamente al cielo. En este sentido, toda persona que hace el bien se está acercando más a Dios, ninguna obra buena queda sin recompensa. La satisfacción de la vida humana está en servir con alegría a Dios en la misma realidad cotidiana. Vivir en este mundo es la mejor oportunidad que Dios nos ha dado a los humanos para que perseverando en el buen obrar podamos alcanzar la felicidad, perfeccionar nuestra vida, sobre todo, llegar un día a la Gloria eterna.
Jesucristo nuestro Señor nos ha facilitado el camino a la eternidad cuando se hizo hombre, por eso, en conocer, amar y servir a Cristo con todo el corazón y con todo nuestro ser está la salvación de cada individuo. En efecto, vivir en Cristo significa aceptar la realidad cotidiana como un don maravilloso de Dios donde podamos santificarnos, compartiendo la vida con nuestro prójimo. La gracia y el amor de Dios son la fuerza y la energía que nos impulsan a volar muy alto hasta estar muy cerca de la meta final. El mundo es el lugar más adecuado para demostrar nuestra fidelidad y respeto a Dios y al prójimo. La sociedad es el ámbito donde tenemos que ejercernos en la virtud evangélica y poner en práctica los valores del Evangelio de Cristo.
Por consiguiente, no es necesario ir contra corriente para alcanzar la meta, así nunca se va adelante, sino se retrocede, porque, ello implica rechazar la obra de Dios considerando imperfecta, cada día más estoy convencido, que el camino angosto que conduce al cielo es vivir plenamente amando a Dios y al prójimo en el mundo. Por lo mismo, Dios no quiere que rechaces lo que él mismo con amor y sabiduría ha creado, nada de lo que Dios ha hecho puede ser malo, todo lo hizo muy bien. Por tanto, vivir en santidad no es ir contra corriente sino asumir las oportunidades según la Voluntad de Dios, porque, la vida eterna es cumplir la voluntad de Dios ¿qué es la voluntad de Dios, sino vivir la vida cotidiana con amor y perfección?.
Las cosas que nos hacen indiferentes y sutilmente alejados de Dios, viviendo un ateísmo práctico, son los antivalores, los vicios, el mal y el pecado, es decir, nuestra propia libre elección de hacer lo contrario a los mandamientos de Dios, es vivir contra la vida y la familia, es hacer cosas contrarias a nuestra conciencia y que atenta contra la ética y la moral. En efecto, sólo el necio y el soberbio puede negar a Dios con su mal obrar, y rechazar la misericordia de Dios con su negación y mentira. No olvidemos que la mentira y la malicia son las causantes de esclavizarnos en las cadenas de Satanás.
Sólo quien vive en la verdad y el amor es capaz de alcanzar el cielo, y vivir la verdadera libertad de los hijos de Dios, el que trabaja con honestidad y dignidad comerá con la frente en alta el pan del cada dia y el pan de los ángeles. En este sentido, si quiere llegar al cielo comienza a mejorar tu vida haciendo el bien y alejándote del mal y de todo pecado. Es decir, conviértete y comienza a cumplir la Voluntad de Dios
+ P. Marcos Trujillo Reaño OSJ
(Marcos)
DESCANSA EN PAZ PADRE MARCOS TRUJILLO REAÑO, OBLATO DE SAN JOSÉ
Padre Ricardo F. Vega Garay OSJ