Mostrando entradas con la etiqueta P. MARCOS TRUJILLO REAÑO OSJ. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta P. MARCOS TRUJILLO REAÑO OSJ. Mostrar todas las entradas

viernes, 10 de septiembre de 2021

HORARIOS DE LAS MISAS VIRTUALES Y PRESENCIALES - CINCO MESES DE FALLECIDO, PADRE MARCOS TRUJILLO REAÑO OSJ


HORARIOS DE LAS MISAS VIRTUALES Y PRESENCIALES,
CINCO MESES DE FALLECIDO - PADRE MARDCOS TEÓFILO TRUJILLO REAÑO OSJ

En nombre del grupo "Amigos de Jesucristo", hacemos extensiva la invitación a la Santa Misa por el eterno descanso de ✝️ Padre Marcos Teófilo Trujillo Reaño OSJ, al conmemorar el quinto mes de su partida a la casa de Dios.




Día: Miércoles 15 de Septiembre
Hora: 7:30 a.m.

https://www.facebook.com/SantuarioSanJoseElJusto/

____________________________________



Miércoles 15 de septiembre - 12:00 a.m.

https://www.facebook.com/seminario.sanjosemarello

https://www.facebook.com/photo?fbid=4500719259991137&set=a.144681542261619

__________________________________


Miércoles 15 de septiembre
07:00 p.m.

https://www.facebook.com/Parroquia-Nuestra-Se%C3%B1ora-del-Sagrado-Coraz%C3%B3n-de-Jes%C3%BAs-400856716944033/


 

martes, 31 de agosto de 2021

LA SANTIDAD NO PASA DE MODA MIENTRAS EL HOMBRE NECESITA DE DIOS



LA SANTIDAD NO PASA DE MODA MIENTRAS EL HOMBRE NECESITA DE DIOS


La santidad es el camino de amor pleno a Dios y al prójimo en cada época, cultura y civilización. San José Marello vivió su propia santidad en su pueblo y en su cultura. La vida de éste santo se caracterizó por la fidelidad y la lealtad al compromiso asumido, llevándolo hasta las últimas consecuencias, incluso a costa de la propia vida. Cuando se trataba de cumplir su deber no le impedía ni la misma enfermedad, estaba dispuesto a morir en la misión: "se va a Savona, y si muero, moriré cumpliendo la voluntad de Dios". En efecto, allí ofrendó la vida un 30 de mayo de 1895.

San José Marello es declarado como ejemplo de vida santa para los cristianos de todo el mundo por el Papa Santo Juan Pablo II, en el año 2001. La vida y pensamiento de San José Marello sigue vigente en la vida de los Oblatos de San José, y de muchos católicos que lo conocen y se esfuerzan por practicar las virtudes que vivió este Santo. Una de las grandes virtudes que le caracterizó fue la humildad y sencillez de vida, pues supo confiar plenamente en la gracias y poder de Dios: "Todo para la gloria de Dios, ¡Bendito!". Además, fue un hombre de fe, amor y esperanza, porque, nunca dejó de creer, ni hacer el bien, ni esperar con alegría, pues era un hombre muy paciente y comprensivo. En cierta manera, la fuerza y la energía que salía de su interior era porque vivía en oración constante en el silencio de su propia conciencia, es decir, como buen primer Oblato de la historia supo vivir la presencia de Dios como virtud. No fue un Santo espectacular ni milagrero, sino, siempre pasó muy desapercibido y escondido en el corazón de Jesús, manso y humilde, pero muy eficaz y eficiente en el buen obrar del cada día de la vida. Es decir, San José Marello se dejó guiar por el Espíritu Santo, ya sea como creyente, Sacerdote, Fundador y Obispo. En este sentido, su inteligencia y ciencia era fruto de su comunión íntima con Dios; su fortaleza y sabiduría manaban de su apertura a la palabra de Dios, meditada y contemplada; su piedad y temor de Dios fluían de su encuentro permanente con Jesús en cada Eucaristía celebrada con fervor y devoción; las palabras de consejo para el bien de los fieles era consecuencia de vivir con gozo la oración asidua y profunda de corazón, que diariamente se complacía en la docilidad a la gracia divina.

En efecto, la santidad de San José Marello está caracterizada por la vida ordinaria llevada de modo extraordinario; supo hacer el bien sin vanidad ni aspaviento, sino en silencio, pues comprendió que toda obra buena viene de Dios , y el hombre es un simple colaborador y servidor. Simplemente, San José Marello nos dice que la santidad no ha pasado de moda, sigue vigente hoy, como reto de perfección para cualquier estado de vida de cada persona. Hoy, nos corresponde ser los santos del siglo XXI, Marello vivió lo suyo, ahora te toca a ti. Con razón, desde muy joven su lema fue: "Cuando la meta esta fija, aunque el mundo se caiga, hay que mirar siempre allá", para ello contaba con una "fe inquebrantable" y "una voluntad firme" con un carácter fuerte. Es decir, la santidad de San José Marello es una santidad de virtud, y, no fruto de la ciencia infusa ni de un iluminado, él luchó cada día para corresponder a la gracias divina. La respuesta es tuya en este tiempo para vivir santamente.(Marcos) 

+ Marcos Trujillo Reaño

25 de noviembre de 2019

domingo, 30 de mayo de 2021

UNA VIDA AL SERVICIO DE LA IGLESIA CRISTIANA Y CATÓLICA - FIESTA DE SAN JOSÉ MARELLO



SAN JOSÉ MARELLO
UNA VIDA AL SERVICIO DE LA IGLESIA CRISTIANA Y CATÓLICA


La vida de San José Marello estuvo marcada por el servicio generoso a la Iglesia cristiana, evangélica, pentecostal y católica, es decir, a la misma Iglesia fundada por Jesucristo bajo el cimiento de los apóstoles, cuya cabeza visible es el Papa.

Servir a la Iglesia es asumir la propia vida con libertad y responsabilidad, cumpliendo la voluntad de Dios con mucha humildad y simplicidad, sencillez y rectitud de intención. En efecto, toda la vida de San José Marello tuvo la huella de Dios, desde muy temprana edad descubrió su vocación de servicio a Dios en la Iglesia, cuyas características esenciales de la Iglesia están marcadas por su propio origen y desarrollo, por lo mismo, San José Marello, como miembro vivo de esta Iglesia, se sacrificó plenamente a lo largo de toda su corta vida (51); su servicio a la Iglesia nacida y manifestada al mundo en Pentecostés, su entrega y apertura de cuerpo y alma al Espíritu Santo; así mismo, respondió al llamado de Dios al Cristo del Nuevo Testamento, es decir, a Jesucristo descrito en los 4 Evangelios (Marcos, Mateo, Lucas y Juan); siempre tuvo un corazón y una mente abierta, universal, porque, asumió el espíritu católico; en realidad, San José Marello fue un gran discípulo del Señor desde el bautismo, un cristiano íntegro y honesto, pues, su máximo anhelo fue ser un gran cristiano.

Por eso, San Juan Pablo II lo proclamó Santo a José Marello, obispo de Acqui (Italia), fundador de la Congregación de los Oblatos de San José. En este sentido, el Santo Marello es un ejemplo a imitar en el seguimiento total a Cristo y la fidelidad a la Iglesia de Cristo.
Actualmente, los cristianos que viven según el carisma josefino/marelliano están en los cinco continentes de la tierra, siempre con el deseo de hacer el bien en silencio, haciendo las cosas ordinarias de modo extraordinario. En cada verdadero oblato (laico o consagrado) está presente el espíritu de San José Marello.

¡VIVA LA FIESTA DEL MARELLO! 

+ P. Marcos Trujillo Reaño
(Marcos)
29/05/2018
 

domingo, 16 de mayo de 2021

IMÁGENES DE LA MISA DE MES, PARROQUIA SAN CARLOS BORROMEO, CHIMBOTE, PERÚ - + P. MARCOS TRUJILLO REAÑO OSJ















https://www.facebook.com/SanCarlosChimbote/videos/228380371954585




 MISA DE MES 

PARROQUIA SAN CARLOS BORROMEO, CHIMBOTE - PERÚ

+ P. MARCOS TEÓFILO TRUJILLO REAÑO OSJ

MC: ASOCIACIÓN DE LOS SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA

MOVIMIENTO DICIOCESANO DE ORACIÓN "SAN PÍO DE PIETRELCINA"

15 DE MAYO DE 2021



❤Gracias Padre Marcos por tu amistad. Siempre te recordaremos.❤

FOTOS DE LA SANTA MISA DEL PRIMER MES DE FALLECIMIENTO DE + P. MARCOS TRUJILLO REAÑO OSJ - PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS - HUARAZ


1er Mes - MISA REALIZADA EN LA PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS - HUARAZ - PERÚ

Recuerdos de la Santa Misa del primer Mes, tus hijos espirituales recordamos con cariño Padre Marcos. Hoy reunidos como Amigos de Jesucristo.

Gracias a todos por acompañarnos 🙏

martes, 11 de mayo de 2021

MISAS POR EL ETERNO DESCANO DE + P. MARCOS TRUJILLO REAÑO OSJ, 15 DE MAYO DE 2021



SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN TÍ CONFÍO



 SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN TI CONFÍO


¿Dios tiene corazón? Si crees en Dios como comunión de personas, entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, un solo Dios entres personas distintas e iguales eternamente, es posible que sí, pero ¿qué entiendes por corazón? Y ¿qué idea tienes de Jesús? Según tu fe y tu conocimiento la respuesta será muy certera o distante a la verdad. En efecto, normalmente nuestro lenguaje sobre Dios es muy limitado, ya que no se puede encerrar a Dios en el cerebro humano, menos en una idea o pensamiento, porque, Dios es tan cercano y tan lejano al hombre; tan cercano porque en Cristo se hizo hombre, asumiendo nuestra naturaleza humana, por tanto, vive en y con nosotros; tan lejano, en el sentido de que trasciende nuestra pequeñez humana, y su existencia abarca todo el universo infinito, es decir, que todo existe en él, por él y para él.

En este sentido, cuando hablamos del Sagrado Corazón de Jesús, nuestra mente y nuestro corazón se dirige a la persona de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Por tanto, Dios, sí, tiene corazón, en cuanto existe como persona, que sabe amar y sentir, es decir, el corazón entendido como la totalidad de la persona, no sólo ese músculo que bombea la sangre y donde, figuradamente, atribuimos aquellos sentimientos buenos y malos del hombre. Hablar del corazón de Jesús es contemplar las maravillas que él ha hecho en la tierra por todos y cada uno de los hombres de la tierra, es decir, Jesús nació, murió y resucito por amor a los seres humanos: “Tanto amo Dios al mundo, que entregó a su Hijo único por la Salvación de los hombres”. En efecto, Jesús, es el Salvador del mundo, el Emmanuel, Dios con nosotros; desde esta perspectiva comprendemos que Dios tiene un corazón divino y humano, capaz de amar a cada persona de modo distinto e igual, sin agotarse infinitamente. Grande e inmenso es el amor de Dios para contigo, pues su paciencia y su humildad supera todas las virtudes y valores de todos los hombres, juntos: “Venid a mi todos los que están cansados y agobiados, que Yo les aliviaré; pues mi yugo es llevadero y mi carga es ligera”. Por el amor que nos tiene, Jesús está dispuesto, libremente, a cargar todas las situaciones humanas, sin condición alguna. Es el amor incondicional por excelencia, el amor perfecto, inabarcable pero real en la experiencia profunda de los hombres de limpio corazón y buenos sentimientos. Por eso, nos dice: “sean mansos y compasivos de corazón, porque, Yo soy humilde y sencillo de corazón”. Mucho más todavía, “sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”.

Por consiguiente, hablar del Sagrado Corazón de Jesús es mirar al mismo Dios: “quien me ve a mi ve al Padre, quien me recibe a mi recibe al Padre; Yo y el Padre somos uno; nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquél a quién se lo quiera revelar con su santo Espíritu”. Por tanto, Dios tiene un corazón cargado de amor, porque, “Dios es Amor”, y es sagrado, porque, es simplemente Dios y sólo Dios: “Yos soy el que Soy”, Yahvé. Por eso los cristianos profesamos nuestra devoción y nuestra fe en el corazón sagrado de Jesús, el Señor.

Renovemos nuestro compromiso de vida cristiana con la imitación del corazón manso humilde de Jesús. Pongamos toda nuestra confianza y crezcamos en virtud y santidad para gloria nuestra y la de Dios; pues, “la gloria de Dios es el hombre viviente, y la gloria de éste, es la gloria de Dios” (S. Ireneo). En la medida que nuestra vida se amolde a la vida de Jesús, nuestra devoción a su Sacratísimo corazón será limpia y perfecta; aún más, en la medida que aceptemos la presencia de Cristo en la Eucaristía seremos capaces de prepararnos cada día para comulgar su sagrado Cuerpo y Sangre. En este sentido, el corazón de Jesús es la totalidad de la persona de Jesucristo, es decir es el Cristo Total, que se nos da gratuitamente, no sólo a los justos y buenos, sino también, con su misericordia infinita se abre al hombre pecador y malo. Dios te ama por encima de tu miseria y pecado, lo que cuenta para él es tu capacidad de arrepentimiento, tu capacidad de enmienda, tu propósito de no volver a cometer el mismo pecado: Dios es misericordioso en su Sagrado Corazón. Dios te ama más que nadie, y tú debes amarle sin cesar, incondicionalmente (Marcos). (22 de junio de 2017)


+ P. Marcos Trujillo Reaño OSJ



SAN JOSÉ MARELLO CON LOS PIES EN LA TIERRA



 SAN JOSÉ MARELLO CON LOS PIES EN LA TIERRA


La vida humana es maravillosa en la medida que cada persona asuma su existencia con los pies en la tierra y el corazón en el cielo. Venimos de Dios a un mundo que necesita de nosotros, pero nuestro corazón anhela un pronto retorno al Dios de la vida. Mientras vivimos en este mundo debemos adornar nuestra existencia con valores y virtudes, sirviendo a los demás con mucha humildad y sencillez de espíritu.

San José Marello supo hacer de su vida una belleza real, teniendo un corazón grande para Dios, teniendo los pies ligeros para ir a servir, tendiendo las manos abiertas para ayudar al que lo necesita; su vida fue un constante abrirse a los demás, con bondad y mansedumbre. El mejor mérito de su existencia fue su perseverancia y su fidelidad a Dios y a su propia responsabilidad. Por eso, vivió con plena conciencia cada momento de su actuar, siempre con los pies en la tierra y el corazón puesto en Dios.

La santidad de San José Marello, no es una santidad de milagros extraordinarios, porque su propia vida era una milagro de Dios, su vida se convirtió en don para los demás; pues, cada acción y pensamiento suyo era una obra del Espíritu Santo, y él respondía desde su libertad para hacerlo visible ante su gente. Una de las mejores manifestaciones de la acción de Dios en su vida, era la amabilidad y el respeto con que trataba a la gente, siempre sonriente y sereno, siempre llano y atento a servir con generosidad y sinceridad; nunca buscó su propio beneficio, ni ventaja, pues sabía que su vida era un regalo de Dios para los demás.

En una sociedad utilitarista y oportunista, la vida de San José Marello, nos ofrece otra forma de vivir la vida con sentido y plenitud; es decir, se puede ser feliz sirviendo, dándose a los demás, saliendo del propio yo para ir al encuentro de un tú. La vida nos ofrece situaciones y personas para darle sentido a nuestra existencia; sólo saliendo de nuestra propia comodidad seremos capaces de mejorar la realidad, sino nos convertiremos en enfermos de nuestro propio vicio y pereza.

Vivir la vida con los pies en la tierra significa, vivir la vida con responsabilidad y libertad, es saber aceptar los retos de cada día, es asumir los deberes con alegría y cumplirlos con creatividad y sabiduría; en una palabra, es vivir la vida con esfuerzo, sacrificio y disciplina, sólo los que viven así aportan mucho al desarrollo de su patria y de su pueblo. Y San José Marello fue un gran aporte para su sociedad, era un punto de referencia para los niños y jóvenes de su tiempo, era un hombre de corazón gigante para con los ancianos y enfermos. Por eso, en la actualidad su vida sigue siendo un punto de referencia para llegar a Dios, y servir mejor a la sociedad. En este sentido, la santidad es vivir la vida cotidiana cumpliendo el propio deber, es crear deberes antes que derechos, porque estos últimos, deben ser consecuencia del cumplimiento del propio deber. Nuestra sociedad necesita gente con los pies en la tierra y el corazón anclado en Dios, como vivió San José Marello en Italia. (Marcos) 

(25 de mayo de 2017)


+ P. Marcos Trujillo Reaño OSJ

domingo, 18 de abril de 2021

LAS OBRAS BUENAS NOS ACERCAN AL CIELO

 


 

LAS OBRAS BUENAS NOS ACERCAN AL CIELO


Cada acción buena nos lleva al cielo, por eso, vivir haciendo el bien es la mejor forma de aprovechar la vida. Las obras buenas son los caminos que nos llevan directamente al cielo. En este sentido, toda persona que hace el bien se está acercando más a Dios, ninguna obra buena queda sin recompensa. La satisfacción de la vida humana está en servir con alegría a Dios en la misma realidad cotidiana. Vivir en este mundo es la mejor oportunidad que Dios nos ha dado a los humanos para que perseverando en el buen obrar podamos alcanzar la felicidad, perfeccionar nuestra vida, sobre todo, llegar un día a la Gloria eterna.

Jesucristo nuestro Señor nos ha facilitado el camino a la eternidad cuando se hizo hombre, por eso, en conocer, amar y servir a Cristo con todo el corazón y con todo nuestro ser está la salvación de cada individuo. En efecto, vivir en Cristo significa aceptar la realidad cotidiana como un don maravilloso de Dios donde podamos santificarnos, compartiendo la vida con nuestro prójimo. La gracia y el amor de Dios son la fuerza y la energía que nos impulsan a volar muy alto hasta estar muy cerca de la meta final. El mundo es el lugar más adecuado para demostrar nuestra fidelidad y respeto a Dios y al prójimo. La sociedad es el ámbito donde tenemos que ejercernos en la virtud evangélica y poner en práctica los valores del Evangelio de Cristo.

Por consiguiente, no es necesario ir contra corriente para alcanzar la meta, así nunca se va adelante, sino se retrocede, porque, ello implica rechazar la obra de Dios considerando imperfecta, cada día más estoy convencido, que el camino angosto que conduce al cielo es vivir plenamente amando a Dios y al prójimo en el mundo. Por lo mismo, Dios no quiere que rechaces lo que él mismo con amor y sabiduría ha creado, nada de lo que Dios ha hecho puede ser malo, todo lo hizo muy bien. Por tanto, vivir en santidad no es ir contra corriente sino asumir las oportunidades según la Voluntad de Dios, porque, la vida eterna es cumplir la voluntad de Dios ¿qué es la voluntad de Dios, sino vivir la vida cotidiana con amor y perfección?.

Las cosas que nos hacen indiferentes y sutilmente alejados de Dios, viviendo un ateísmo práctico, son los antivalores, los vicios, el mal y el pecado, es decir, nuestra propia libre elección de hacer lo contrario a los mandamientos de Dios, es vivir contra la vida y la familia, es hacer cosas contrarias a nuestra conciencia y que atenta contra la ética y la moral. En efecto, sólo el necio y el soberbio puede negar a Dios con su mal obrar, y rechazar la misericordia de Dios con su negación y mentira. No olvidemos que la mentira y la malicia son las causantes de esclavizarnos en las cadenas de Satanás.

Sólo quien vive en la verdad y el amor es capaz de alcanzar el cielo, y vivir la verdadera libertad de los hijos de Dios, el que trabaja con honestidad y dignidad comerá con la frente en alta el pan del cada dia y el pan de los ángeles. En este sentido, si quiere llegar al cielo comienza a mejorar tu vida haciendo el bien y alejándote del mal y de todo pecado. Es decir, conviértete y comienza a cumplir la Voluntad de Dios 


+ P. Marcos Trujillo Reaño OSJ

(Marcos)

DESCANSA EN PAZ PADRE MARCOS TRUJILLO REAÑO, OBLATO DE SAN JOSÉ

   


PADRE MARCOS TEÓFILO TRUJILLO REAÑO (OSJ) MODELO DE HUMILDAD Y PARADIGMA DE MISIONERO EJEMPLAR, CAMINO DE LA VIDA ETERNA.

CONFESIONES DE UN DEVOTO AMIGO.

Al Padre Marcos Trujillo Reaño lo conocí en el año 2007 cuando ejercíamos labor docente en la Institución Educativa Monseñor Fidel Olivas Escudero de Pomabamba, venía en misión delegada como docente de Educación Religiosa y yo iba como docente de Comunicación. Lo cierto es que teníamos concepciones filosóficas muy diferentes y que sin embargo, el diálogo fue fundiendo cierta amistad que el tiempo se encargó de perennizarlo.

Al año siguiente me invitó a trabajar en el Colegio Parroquial “San José”, de cuya creación fue gestor principal y era a esa fecha el mentor de la novel institución bajo el lema “Ser extraordinario en las cosas ordinarias” filosofía de San José Marello, fundador de la Congregación Religiosa Oblatos de San José, Josefinos de Asti. Bajo la tutela del Padre Marcos, la institución fue creciendo, tanto que para el año siguiente nuestras aulas se vieron repletas, no cabía un estudiante más. Para este inesperado éxito contábamos con la presencia y apoyo de las Hermanas de Caridad Vicenta Gerosa y Bartolomea Capitanio “La Virgen Niña”, estaban entre ellas Sor Elena Portas Nossa, Sor Constantina Vigani y la Sor Judith Mori, y otras religiosas más, cuya labor proficua contribuía grandemente a dar fortaleza espiritual al personal de la institución. Es digno de resaltar el misticismo de Sor Constantina, el magisterio, disciplina y perseverancia de Madre y Maestra Sor Elena y la pulcra labor pedagógica de Sor Judith Mori.

La solvencia académica y la estatura moral del Padre Marcos Trujillo inspiraban confianza en los docentes y estudiantes, se vivía en un espacio perfumado de santidad y alegría, un aire de pascana recurría el patio del colegio donde todos nos sentíamos realmente en casa. Con motivo de conmemorar, el 30 de mayo, un año más de su llamada ante la presencia de Dios del Amadísimo Prelado que fue Monseñor José Marello, obispo de Acqui, realizamos con los estudiantes trabajos de investigación monográfica y para el aniversario de la institución programamos actividades religiosas y culturales, sendos concursos de danza, oratoria, declamación de poesías, canciones, teatro, el concurso de periódicos murales; las actividades deportivas no nos fueron ajenas, de manera especial el vóley y el básquetbol, todos los escenarios estaban abarrotados por padres de familia y la población que gentil y expectante acompañaba.

En el aspecto académico tratamos de cultivar “La pedagogía de la presencia” tal como lo había enseñado San José Marello, teniendo como puntos cardinales a la fe, la verdad, la disciplina y el servicio. Su filosofía de vida se resumía en su humildad tal como lo había percibido en San Juan Bautista y San Francisco de Sales y la sustentaba, diciendo hay que vivir la verdad, nuestra verdad. Repetía con Marello, “El ruido no hace bien, el bien no hace ruido” y bajo ese lema caminaba siempre austero y silencioso. Las situaciones adversas no las tomaba a pecho, pronunciaba con serena resignación “Paciencia y buen humor”, “Si haciendo eso es feliz, que lo haga y lo sea”. Luego sonreía… recordaba de Huari…. Su tierra natal, a su virgen protectora y al obispo Marcos Libardoni.

Algunas tardes, sosteníamos kilométricas charlas, respecto de la iglesia y los documentos papales. Admiraba al Papá Juan Pablo II, buscaba cumplir al pie de la letra con los estudiantes la Exhortación Apostólica “Redemptoris Custos” o el Custodio del Redentor, sentía que los intereses de Jesús, eran los de los estudiantes, definitivamente sentía asumir la custodia de los tesoros más preciados, es así como hacía de su vida un servicio en beneficio de los demás. Fue un apóstol de los jóvenes. Requería coadyuvar a estos afanes paternos las palabras relacionadas con el saludo del Ángel Gabriel en la anunciación y hablaba de la “Redemptoris Mater”, desembocando en las enseñanzas del Concilio Vaticano II. Luego se quedaba mirando y repetía necesitamos laicos verdaderos y óptimos cristianos.

La Doctrina Social de la Iglesia era de sus mejores temas, lo asumía y bien lo aquilataba, lo entendía como una doctrina teológica, no como una ideología ni como “una tercera vía” entre el capitalismo liberal y el colectivismo marxista; decía que era una cuidadosa formulación del resultado de una reflexión sobre las complejidades de la vida del hombre y la sociedad. Miraba el Relativismo y sentía asfixiarse ante el Positivismo, doctrina esta que miraba con mucho reparo. Reflexionaba sobre los postulados de la “Rerum Novarum” y defendía con fervor. Yo, un tanto agnóstico lo miraba, y me quedaba mirando mientras predicaba. ¡Escucha, mira! Con tus ojos ateos - me decía y luego se reía, dándome sendas palmadas en el hombro. Yo, me quedaba meditando, un tanto saturado en los hontanares del existencialismo, pensaba en Heidegger, en Kierkegaard, en Nietzsche y mis adentros trataba de conciliar tendencias diametralmente opuestas. Afuera, la campana llamaba para la misa de las siete de la noche. Al poco rato ya estaba en la Sacristía.

Otras tantas tardes, charlamos extenso acerca de las Confesiones de San Agustín de Hipona, su célebre frase: “Yo no existiría si tú no estuvieras en mí y yo en ti”, y los sacrificios de Santa Mónica, la madre que sufría por los pecados de su hijo, hasta su postrera conversión. Una Carta Encíclica que nos costó analizar por la profundidad de sus mensajes fue “Fides et Ratio”, sobre las relaciones entre la fe y la razón…esas dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad… iniciando desde la exhortación “Conócete a ti mismo” frase esculpida en el dintel del templo de Delfos, con la cual inicia esta hermosa carta encíclica. Admiraba al apóstol Pablo… y se prosternaba ante Gamaliel. El “Verbum Domini” o Dominio del Verbo y sus tres grandes partes: “Verbum Dei”, “Verbum in Ecclesia” y “Verbum Mundo”, en la parte de la introducción nos interesó mucho la Cristología de la Palabra”.

Lo cierto es que nuestra conversación giraba en torno a sendos documentos papales, entre ellos: “Caritate in veritate”, “Spe Salve” sobre la esperanza cristiana de Benedicto XVI, un tema muy interesante y motivo de vida dirigida por Pablo a los Romanos, que aborda en esencia temas relacionados a las tres virtudes teologales, “Veritates Splendor”, Jesucristo Luz verdadera que ilumina a todo hombre. No nos fueron ajenos otros tantos documentos como: “Divini Redempotris” “Non Abbiamo Bisogno y “Mit Brenender Sorge” tres cartas encíclicas que refutan al Comunismo, al Fascismo y al Nazismo, respectivamente.

Debo manifestar que las cartas encíclicas que a mi más me agradaron fue “Mater et magistra”, “Popularum progressio”, “Pacem in Terris” y “Lumen Gentium” ; en síntesis, fueron muchos los documentos papales de las cuales charlamos tanto que hicimos una buena costumbre a cerca de ellas. En medio de estas conversaciones, nos sorprendió diciembre, la clausura del año escolar, la Natividad y el Año Nuevo. Así terminamos un año y vino el siguiente. El Padre Marcos viajó para Lima a sus acostumbradas reuniones vacacionales y de retiro espiritual. En febrero circulaban versiones de que el Padre Marcos ya no volvía y así fue. A fines de febrero, vino solo a recoger sus “cosas”, llegó a Pomabamba y nos llamó a todos. Nos dijo que se iba para Chimbote, que era orden de sus superiores y como sacerdote obediente tenía que cumplir una nueva misión. La feligresía ofreció una cena de despedida. Al momento de su partida, estuvo Víctor, Alfredo, ya joven, protagonista del milagro de “Ranquish” a quien así lo llamábamos; y yo. Sus ropas deportivas se los obsequió a Víctor y a Alfredo, el Padre jugaba al fútbol, jugábamos… a mí me obsequió una medalla de la virgen María y un libro titulado “Cómo criar a los niños”. Entró en su habitación y salió con una caja de leche en los brazos, yo pensé que nos iba repartir el contenido, cuando de pronto ¡Oh! Sorpresa lo que llevaba eran unas cuantas prendas con las cuales cubría su cuerpo. Así se fue el Padre Marcos de Pomabamba, no llevó nada consigo, ni volvió por nada más... solo por la Palabra.

Pasado algunos años, retornó para Pomabamba y lo primero que hizo fue celebrar la Santa Misa, estuvo dos días y luego se marchó. A los años siguientes cumplió su misión sacerdotal en Huaraz. Luego partió para Salamanca España, tocaba hacer un doctorado en Teología en la misma universidad donde de Fray Luis de León ejerció cátedra y fue demandado por sus adversarios ante la Santa Inquisición, acusado de herético y judaizante por haber traducido al español el “Cantar de los Cantares”, de Salomón, traspasando la prohibición del Concilio de Trento y por sostener que el texto hebreo de la Biblia era superior a la Vulgata, traducción latina hecha por San jerónimo.

En España ejerció el sacerdocio con singular humildad, siendo muy querido por la feligresía. Nos mantuvimos en permanente contacto, la nostalgia por la querencia le hacía muy activo en las redes sociales. Lo cierto es que retornó mucho más leído, había madurado más intelectualmente y así lo demostraban los textos religiosos que publicaba. Sus superiores lo designaron como Párroco de San José de Sisa, en plena selva, donde cumplió a cabalidad su labor misionera llevando la Palabra de Dios a los lugares más humildes, apartados y montañosos, ya a pie, ya a lomo de caballo, ya a mototaxi, cruzando selvas y montes, sorteando alimañas y admirándose de la madre naturaleza, se le veía predicando las palabras en etnias selva adentro. No dejaba de leer, con emoción profunda me leía fragmentos de “La Rebelión de las masas” del filósofo español Ortega y Gasset. Debatimos y discutimos muchas veces, pero siempre del margen del respeto y la tolerancia. Yo la inquiría siempre acucioso, a veces intransigente y él me respondía siempre paciente…

En esos afanes misioneros se topó con la maligna y letal enfermedad COVID 19, él la ignoró basado en su profunda fe religiosa, lamentablemente le enfermedad deterioró sus pulmones y desgastó su salud sufrió con Cristo los más acerbos dolores en toda la Semana Santa, hasta que el jueves 15 no pudo alentar más y asistió al llamado de Dios a los 51 años de edad, misma edad que murió San José Marello.

Hoy ya no está más físicamente entre nosotros, aunque su recuerdo pervivirá inmarcesiblemente. Como amigo personal, doy fe que fue un sacerdote humilde y austero, siempre preocupado por los intereses de Jesús y de la iglesia, llevó la palabra a los lugares más lejanos de la provincia. Su esbelta figura permanece en mi retina y sus palabras repercuten en mi memoria. Es y será un modelo de sacerdote para sus hermanos menores, vivió y trabajó por el bien de la iglesia y de la humanidad, su joven y pronta partida, nos ha sorprendido aumentando el MARTIROLOGIO DE LA IGLESIA CATÓLICA.

Fue así como pasó por la vida nuestro querido amigo y ministro de Dios, reverendo Padre Marcos Teófilo Trujillo Reaño, grande Oblato, camino de la vida eterna. Descanse en Paz, recordado e inolvidable Padre Marcos Teófilo, el elegido de Dios.

CONCÉDELE, SEÑOR, EL DESCANSO ETERNO Y BRILLE SOBRE TU SIERVO LA LUZ PERPETUA.

Tu devoto amigo.

Fredy H. Vara Reynoso.



 

ESTIMADO AMIGO
 MARCOS TRUJILLO REAÑO OSJ.

Compartimos la vida del semanario, juntos hilamos amistad que duraría hasta el final de su vida. Éramos paisanos, ambos de la provincia de Huari, él del corazón y yo de la periferia, de al pie del túnel de Cahuish. En el semanario compaginas tiempos bellos, a decir de padre Lusso. Los años de semanario, fueron gratos, juntos prestábamos servicio a la comunidad en la peluquería. En la hora de estudio éramos terribles. A los dormilones le hacíamos la vida imposible. Estuve en su ordenación sacerdotal el 1 de noviembre, junto con el padre Miguel Píscopo, provincial entonces. De sacerdote compartimos muchos puntos de vista pastoral, lo que vimos a los primeros oblatos. Era sacerdote tradicional en cuestión de fe y costumbre. Su partida es muy sentida por mí, creo por sus amigos. Espero desde las altas cumbres celestiales siga aclamando el amor que debemos a Dios, aliente nuestras páginas diarias en el quehacer de la vida cristiana. Que aprendamos a ser celosos con las cosas de Dios, como fue Marcos. Noble amigo goce de Dios, en la presencia de la Virgen María y de San José. Dios consuele a sus familiares, dé fortaleza para seguir con paso firme alcanzar a Dios. Marcos, goza de las caricias de Dios, desde el altar celestial míranos con el mismo cariño y ternura que tuviste en vida entre nosotros.

Padre Ricardo F. Vega Garay OSJ